De camionero, monitor e ingeniero a parar los disparos de Griezmann o cubrir a Koke. Nuestros tres protagonistas no tienen miedo a enfrentarse ante el cuadro colchonero y confían en sus opciones de pasar la eliminatoria.
El fútbol tiene esas cosas inexplicables en la que una mañana te despiertas a conducir tu camión, a dar clases deportivas a niños o a preparar proyectos medioambientales y por la tarde te mides a jugadores de la talla de Oblak, Griezmann o Koke. Esa situación la vivirán el próximo sábado 12 de noviembre los jugadores de la S.D. Almazán Javi Márquez, Alberto Plaza y Héctor Lapeña en el duelo copero ante el Atlético de Madrid.
Estos tres protagonistas se sinceran en Soria Noticias, dando a conocer su día a día y explicando cómo van a vivir una cita que jamás olvidarán.
A sus 26 años, Javi Márquez, es un fijo en las plantillas de los últimos años de la S.D. Almazán. Tras nueve 21 cursos vinculado al club, nueve de ellos al primer equipo, este arquero no ve el momento de que llegue ese encuentro para que lo disfrute toda la familia adnamantina y la Villa.
No obstante, antes de dicho duelo, el cancerbero tendrá duras jornadas de trabajo en su empresa familiar, Gasolinera Gamar, con unas semanas en las que podría recorrer hasta 4.000 kilómetros, realizando viajes de ida y vuelta hasta Atienza: “Llevo tres años aquí. Todo comenzó como una pequeña gasolinera autoservicio, pero se nos ha ido de las manos. Tan pronto te reparto gasoil como hago viajes con el camión”.
Después de esas jornadas maratonianas, Márquez todavía tiene tiempo para entrenar a los pequeños de la escuela y para prepararse con el primer equipo. Llegar a todo no es nada fácil, aunque con la ayuda de sus padres lo es más, ya que “algunas vece sino me da tiempo a completar el último viaje lo realiza mi padre”. De cara a dicho partido, el portero ya ha apalabrado con sus conocidos jefe que ese día será de descanso, bromeando incluso con que pedirá más para pasar toda la resaca emocional de la jornada copera.
Habitualmente, con un día tan duro a las espaldas, Márquez llega a las 20:00h para entrenar, sirviéndole ese rato para desconectar y para disfrutar de un fútbol que le va a hacer vivir un día inolvidable muy pronto: “Al principio no nos lo creíamos. Es un sueño y nunca te imaginas que pueda pasarte. Es una pena que no sea en el pueblo, pero va a ser una auténtica locura lo que se va a experimentar en Los Pajaritos”.
En esa dirección, el arquero señala que, aunque no sea del Atlético, es una satisfacción poder medirse a un homólogo de la talla de Oblak, “uno de los mejores del mundo”. Además de él, Márquez tendrá la responsabilidad, en el caso de ejercer como titular, de detener a alguno de los arietes más destacados del panorama internacional: “Si me preguntan por si me da más miedo un día de mucho trabajo en el camión o parar a los delanteros del Atlético, te digo que ninguna. Son cosas a las que estoy acostumbrado”.
De esa forma, el cancerbero es optimista y confía en dar la sorpresa, aguantado y llevando el partido a los penaltis.
En el centro del campo, Alberto Plaza será uno de los encargados de cubrir a nombres como Koke o Saúl. Con seis años a sus espaldas, defendiendo la elástica blanquiazul, este soriano ya es un adnamantino más: “La Villa me ha dado mucho y me ha hecho sentir del pueblo desde el primer momento. El día a día en mi trabajo y en el fútbol me ha permitido conocer a mucha gente. Es algo que me encanta”.
Durante esa rutina, Plaza es un todoterreno que no para. Además de ser monitor, también ejerce de socorrista y de padre. Tras llevar a su pequeña a la guardería, arranca un día muy completo que le lleva mañana y tarde al Pabellón con los más jóvenes, terminando a las 20:00h con el entrenamiento del Almazán.
Sin embargo, antes de ese último empujón para acabar la jornada, este centrocampista es capaz de dar clase de atletismo, trx, spinning, voleibol, bádminton, natación y socorrismo. Independientemente de que disfruta de todas ellas, por su cercanía con las personas del pueblo, el trx “es mi favorita porque es donde más alumnos tengo y donde más caña les puedo meter”.
Con ese ritmo de vida, en el que los más pequeños abarcan parte de ella, Plaza, ya en modo Copa del Rey, confirma que le da más miedo la intensidad de sus clases que tener enfrente a los jugadores rojiblancos: “Los jóvenes me dan mucha guerra, aunque también muchas alegrías. Al final ese día los nervios vendrán por medirme a jugadores de nivel Champions y que podrían estar en el Mundial”.
Por otra parte, este jugador, tendrá una doble motivación al ser seguidor del Real Madrid. En ese sentido, el mediocentro pondrá toda la carne en el asador para ganar a un rival al que ya se midió en El Burgo de Osma con la camiseta del Numancia, partido del que tiene un recuerdo inmortalizado: “Tengo una foto con Saúl, disputando un balón. Se llevó él la pelota, pero en esta eliminatoria me pienso tomar la revancha. Además de volver a verlo a él, tengo muchas ganas de enfrentarme a un Koke que creo que es alguien al que todo el mundo debe admirar por lo que supone para su club”.
Con esa mentalidad, y con el factor Los Pajaritos a su favor, Plaza confía en las opciones de los suyos, indicando que una vez “entremos al campo seremos once contra once y dará igual como nos llamemos”. De esa manera, el centrocampista apuesta por ser solidarios y jugar juntos para llevarse un duelo por 1-0, “aunque sea gracias a un gol en el culo en el último minuto”.
Por último, uno de los futbolistas que vivirá el partido desde otra perspectiva al estar lesionado será Héctor Lapeña. Ahora, ese percance no le ha impedido ayudar a su equipo desde su cargo en el Ayuntamiento como ingeniero, gestionando los autobuses que desplazarán a la afición adnamantina hasta Los Pajaritos.
Dentro de ese puesto, el mediocentro se muestra un apasionado del medioambiente, las fotografías, el turismo y todo lo que tiene que ver con mejorar la vida de sus vecinos. Por el contrario, uno de los aspectos más difíciles en su jornada es el recibir las quejas de cosas con las que no están de acuerdo los adnamantinos.
Por otra parte, la agricultura y el fútbol base son otras de sus tareas, aportando su granito de arena en la escuela cuatro veces por semana y ayudando a su tío en el campo siempre que puede. Con todo ello, Lapeña tiene más miedo a su agenda que a enfrentarse al Atlético: “Más que temor es ilusión. Desde pequeño uno de mis sueños era el jugar contra los mejores. En este caso, me conformaré con estar en el banquillo por mi lesión. No obstante, lo que siento es algo muy grande porque estamos viviendo partidos históricos como el del play off o este de Copa”.
Expresando esos sentimientos, el centrocampista manifiesta que su jugador preferido del combinado madrileño es Griezmann, saliendo un poco su vena culé. Ese amor por la escuadra blaugrana tampoco impide que Lapeña destaque que el equipo que ocupa su corazón es un Almazán “que es el conjunto que voy a defender y llevar siempre vaya donde vaya”.
Esa pasión por los colores adnamantinos, que circula en su sangre desde prebenjamín, le lleva a confiar ciegamente en las opciones de los suyos en este duelo: “Creo que hay posibilidades, aunque sea muy difícil. Tenemos que intentar aguantar el resultado, replegarnos juntos y aprovecharnos de la velocidad de Larry, Edipo o Losilla en algún contrataque. A ver si así podemos pillarles y acudir hasta la prorroga y los penaltis”.
Con esos deseos y esa confianza en sí mismos, Javi, Alberto y Héctor encaran una semana dura en sus puestos de trabajo que terminará con un partido de Copa del Rey ante el Atlético de Madrid. A veces los sueños se cumplen, aún más si los persigues con ahínco. Estos jugadores lo han hecho y Los Pajaritos aguarda para entregarles su merecido premio.