Patrimonio e industrialización unidos para que Vinuesa siga avanzando

Una tierra rodeada de majestuosos pinos, espectaculares parajes naturales y que todavía celebra uno de los ritos más emblemáticos del folklore soriano. Hablar de Vinuesa es hablar de tradición y de una de las paradas imprescindibles en la provincia, tanto en el ámbito gastronómico como en el turístico. Ahora, el Consistorio que encabeza Juan Ramón Soria pretende aprovechar todo este potencial para asegurar su futuro. Con 864 habitantes, el principal objetivo es volver a superar la ansiada marca de los 1.000 y revertir la pérdida de población, que ha ascendido hasta los 100 empadronados por década. Para ello, la hoja de ruta del Ayuntamiento incluye aumentar la disponibilidad de viviendas municipales y diversificar el tejido productivo. Todo, sin descuidar proyectos que preserven la identidad visontina.

Vinuesa ha recibido este año a dos nuevas familias."No es una victoria pero es un pequeño alivio", señala Soria. Y aunque es vital la colaboración del Ayuntamiento, depende en gran medida de las condiciones concretas de cada familia. "No olvidemos que estamos en Vinuesa. Es difícil encontrar trabajo y un alquiler también. Es importante tener ese catálogo de viviendas de propiedad municipal", señala. Con el objetivo de ampliar esta oferta, el pueblo ha conseguido una subvención de la Junta para la rehabilitación de una vivienda social, que contribuirá en esta labor de implantar a nuevas familias hasta que estén listas para seguir adelante con su propia vida en el pueblo.

Industria

Hasta ahora, han sido dos los sectores que han "tirado" de Vinuesa. El principal ha sido el primario gracias, en su mayoría, a la ganadería extensiva. Esta cotizada carne tiene salida en el matadero municipal, que aglutina a los carniceros de los pueblos de la zona y exporta a prácticamente a toda la provincia, generando decenas de puestos de trabajo. En cuanto al sector terciario, el turismo aporta ocho hoteles y hostales, un camping, varias decenas de casas rurales y viviendas de utilidad turística, y una importante fuente de empleo estacional.

Pero la principal carencia de la localidad pinariega se encontraba en el sector secundario, un problema que va camino de resolverse. Vinuesa ha recibido una subvención de la Junta para la puesta en funcionamiento del acceso al polígono en la SO-820. "Es una obra civil difícilmente asumible por pequeños Ayuntamientos", asegura el alcalde. Esto permitirá iniciar la puesta en marcha de las parcelas del polígono y "ponerlas en funcionamiento, para atraer el entramado industrial que Vinuesa nunca ha tenido". Esperan, además, sacar partido a las ayudas al funcionamiento anunciadas por el Gobierno, y que a Vinuesa acudan pequeñas empresas capaces de crear nuevos puestos de trabajo en la localidad.

Centro Cívico

El centro cívico es uno de los proyectos más especiales. Las obras ya han sido adjudicadas y las instalaciones podrían entrar en funcionamiento el año que viene. Este edificio municipal se convertirá en un espacio que aglutine las actividades culturales y sociales del pueblo, y genere sinergias entre las distintas generaciones de visontinos. "Que una persona mayor pueda enseñar a otra joven, por ejemplo, cómo se borda un mantón de piñorras. Cosas que, por desgracia, se están perdiendo", recalca el alcalde.

Puente 'romano'

Y para mirar a los orígenes de esta localidad pinariega es inevitable detenerse en el llamado ‘Puente Romano’. Una edificación del pasado que, para gusto de los visontinos, supone un proyecto para un futuro demasiado lejano. La declaración del monumento como Bien de Interés Cultural (BIC) sigue pendiente y, mientras tanto, el puente espera alguna actuación que favorezca su preservación.

"Cada vez que hay una sequía se abre el diálogo", apunta Soria, pero cuando los niveles de agua vuelven a subir, el monumento sigue deteriorándose. El primer edil afirma que aún no es tarde, pero que si el derrumbe continúa, reconstruirlo será mucho más difícil.

El Ayuntamiento lleva años inmerso en esta "lucha", y aunque existen memorias sobre las actuaciones necesarias, no existe todavía un proyecto técnico que valore las tres posibilidades: consolidación, rehabilitación y traslado. Aunque el Consistorio contara con los medios necesarios, seguiría sin disponer de competencia sobre él, ya que pertenece al Gobierno central y la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD). “Para ellos es un puente más, para mí es el que tengo”, lamenta el alcalde.

El reciente cambio en la presidencia de la CHD, asignada a la soriana María Jesús Lafuente, vinculada con el Ayuntamiento visontino, podría motivar un cambio de rumbo.

El debate ya se encuentra en el Senado, y el alcalde anuncia que solicitarán reuniones con Lafuente para tratar de desbloquear el proyecto de recuperación. Porque muchos años y otros tantos equipos de gobiernos municipales después, Juan Ramón Soria lo tiene claro: "Nunca vamos a perder la esperanza".