A escena Iñaki Bea: protagonismo, ambición y conceptos de Emery y Mendilibar

El Numancia ha comenzado esta mañana una nueva etapa en la que estará al frente Iñaki Bea. El recién nombrado entrenador del conjunto rojillo ha comparecido esta mañana por primera vez en rueda de prensa, acompañado por el director deportivo de la entidad, Rubén Andrés. Durante dicha intervención, el técnico vasco ha dejado las primeras pinceladas de lo que pretende conseguir con su club.

En ese sentido, Bea ha explicado su objetivo de conseguir un equipo que sea protagonista con el balón, adaptándose a los jugadores con lo que cuenta: “No vamos a cambiar de sistema por el rival que tengamos enfrente. Debemos de conocer sus fortalezas y debilidades, pero tenemos que centrarnos en nosotros mismos”. Con esa primera noción, el preparador de Amurrio ha indicado que el Numancia será una “escuadra intensa, agresiva con y sin balón, capaz de finalizar jugadas y de limitar perdidas en campo contrario”. A pesar de esa afirmación, el técnico no ha querido entrar en más detalles, “ya que prefiero que saquéis vuestras propias conclusiones cuando nos veáis de corto”.

Mezcla de Mendilibar y Emery

Tras siete años formando parte del cuerpo técnico de José Luis Mendilibar como segundo entrenador y de su experiencia bajo las órdenes de Unai Emery, Iñaki Bea tiene claro que quiere proponer un estilo de juego en el que se vean las virtudes de sus maestros. Para ello, el nuevo míster rojillo contará con una plantilla con la que está muy contento: “Tenemos un equipo muy compensado con muchísima calidad del centro del campo para delante. Disfrutamos de cuatro mediocentros con diferentes registros, centrales rápidos y laterales para elegir. Con esa impresión, por ahora no pienso en nuevas incorporaciones”.

Por otra parte, al ser preguntado por la falta de gol soriana en este arranque de competición, Bea ha expresado su confianza en encontrar soluciones. En esa dirección, ha expuesto que “más allá de los sistemas me gustan los conjuntos con jugadores que te permiten llegar lejos y ser valientes en ataque, pisando mucho el área contraria”. Respecto a esa faceta, el técnico ha manifestado que será muy importante que la segunda línea y los centrocampistas tengan la capacidad de sumarse a la lista de goleadores.

Primera toma de contacto y ambición

Con todo ello, Bea ya se ha puesto al frente del equipo esta mañana. A lo largo de ese primer entrenamiento, el entrenador vasco ha podido ver como los jugadores tenían mucha ilusión por hacerse un hueco en el once. Además, también ha conocido a un cuerpo técnico en el que se va a apoyar: “He visto humildad, compromiso y ganas de aprender, cosas con las que tenemos ya parte del camino recorrido. Vamos a tocar algunos aspectos, pero poco a poco y sin volvernos locos. Las decisiones las vamos a tomar en consenso con los compañeros y con naturalidad”.

A través de esa idea, el míster no se pone límites: “El objetivo es que los jugadores crean en ellos y que con ilusión se den cuenta de que podemos estar arriba. Tenemos que pensar en cosas grandes con personalidad y tranquilidad por el club que somos y por la plantilla que tenemos”.

Decisión con la maleta hecha

Por último, antes de finalizar su intervención, Iñaki Bea, ha informado de que la llamada de Rubén Andrés le pilló con la maleta hecha para marcharse a la República Dominicana, país en el que ejercía de seleccionador y en el que una clausula le ha permitido llegar a la entidad de Los Pajaritos.

Sobre esa situación, el técnico ha señalado que era muy importante para él llegar a un club como el Numancia “con una gran tradición y una enorme historia a sus espaldas”. Por su parte, Rubén Andrés ha reconocido que sintió “un flechazo” cuando se reunión con el nuevo inquilino del banquillo soriano “por los conceptos que presenta y por la ilusión que transmite”.

Al mismo tiempo, el máximo responsable de la parcela deportiva ha querido agradecer a Diego Martínez y a Arturo Guerra su labor al frente del Numancia esta última temporada y media, recordando los éxitos que han conseguido y transmitiéndoles que “aquí siempre tendrán su casa”.