Artículo de opinión de Silvia Largo, portavoz de Soria ¡Ya!
¿Qué ocurre con las Ayudas al Funcionamiento para empresas? ¿Por qué hay políticos de partidos de gobierno que se ponen medallas con este asunto, pero a la hora de la verdad a ninguno le viene bien aplicarlas en los máximos que autoriza la Comisión Europea? ¿Cuáles son las razones por las que unos (PSOE) se conforman con lo anunciado por el Gobierno de España, mientras otros (Partido Popular) se callan cuando la Junta de Castilla y León sostiene que este asunto no va con ella? Muchas preguntas y pocas respuestas.
La sociedad soriana está a favor de estas Ayudas. El 29 de octubre del año pasado, más de 2.000 sorianos salimos a las calles, bajo una intensa lluvia, exigiendo a las administraciones fiscalidad diferenciada para las provincias más despobladas de España, con menos de 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado: Soria, Teruel y Cuenca.
Ese día hubo notables ausencias que no se mojaron, la más destacada, la del PSOE. Ausencias que se han venido repitiendo en sucesivas ocasiones, en las que la sociedad civil se ha unido para pedir que el Gobierno pusiera en marcha estas Ayudas para Soria. Algo que, 542 días más tarde, Pedro Sánchez anunció que haría. Pero lo que parecía que iba a ser bueno, al final son migajas, un puedo y no quiero.
Mientras, el PP lo usa como arma política, cuelga pancartas exigiendo fiscalidad diferenciada, vota mociones,... Pero, cuando llega el momento de comprometerse con hechos, se pone de perfil o guarda silencio. Porque la Junta tiene mucho que hacer en todo esto, aunque Fernández Mañueco se empeñe en no asumir su responsabilidad.
Este cinismo nos irrita a muchos sorianos. Hay representantes de los ciudadanos que solo levantan las manos para aplaudir discursos autocomplacientes o solo alzan la voz para justificar lo injustificable (o directamente se callan) o gastan su tiempo en atacar a los que no somos responsables de su incapacidad para resolver los problemas de Soria en los últimos 45 años. Cuando toca mojarse en las calles o en las instituciones, no lo hacen. Y si lo hacen, es para exigir al otro. Como siempre, las siglas van por delante y los sorianos vamos después.