En el Día mundial y europeo sobre esta situación, diversas asociaciones de la capital salen a la calle con mesas informativas para dar a conocer esta problemática.
Las entidades sorianas FADISO, ASOEM, ASPACE, ASAMIS, ASOVICA, FIBROAS, Parkinson Soria y Autismo Soria, además de CERMI (Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad), han salido este viernes a las calles de la capital para conmemorar el Día internacional europeo de las personas con discapacidad que se celebra mañana. Una jornada en la que han desplegado mesas informativas y han dado lectura a un manifiesto para poner el foco en la situación por la que atraviesan quienes padecen algún tipo de discapacidad.
El manifiesto, que bajo el título '¡SOS discapacidad! La discapacidad se declara en situación de emergencia', cuestiona si esta situación es una realidad olvidada e incide en la exigencia el cumplimiento a las administraciones de las demandas que sostienen las entidades sociales, entre otros puntos.
El manifiesto:
¡SOS discapacidad! La discapacidad se declara en situación de emergencia
La discapacidad, ¿una realidad olvidada? Los datos oficiales del
Instituto Nacional de Estadística describen que el 20% de la población
española (personas con discapacidad y familias) está directamente
relacionado con la discapacidad. La última macroencuesta oficial sobre
discapacidad (EDAD 2020), unida a las encuestas que anualmente
recogen datos relevantes sobre esta realidad social, muestra que este
grupo ciudadano precisa de políticas específicas para alcanzar el umbral
de derechos, inclusión y bienestar.
Está comprobado que las políticas públicas que reconocen los derechos
de las personas con discapacidad y de sus familias benefician a toda la
sociedad. Los grandes avances sociales que hacen que un país esté a la
cabeza de las democracias ejemplares siempre vienen de la mano de lo social.
También está comprobado que, en los momentos de graves crisis
económicas, que siempre son el preludio de las crisis sociales, las
personas que más sufren las consecuencias devastadoras son las que se
encuentran en riesgo de exclusión, y dentro de este grupo las últimas
en recibir apoyos siempre son las personas con discapacidad. La
pandemia devastadora por COVID 19, la invasión de Ucrania o la crisis
económica actual que ya comenzamos a sentir son sólo algunos
ejemplos, no los únicos.
Esto sucede porque la intersección de factores de exclusión hace que
las personas con discapacidad siempre estén en mayor riesgo de
quedarse fuera cuando se une a esta circunstancia el género, la edad, la
ruralidad, la condición de refugiada, la etnia, la situación de pobreza,
entre otros. Es especialmente relevante la situación de las mujeres, casi
el 60% de la población con discapacidad en España.
El valor de la sociedad civil es incuestionable en la atención a las
personas. Las organizaciones representativas de la sociedad civil de la
discapacidad siempre han ido por delante a la hora de ofrecer una red
de apoyos y acompañamiento sin los cuales la vida diaria de muchas
personas y familias no sería posible. En los momentos de mayor
gravedad las organizaciones ha sido la únicas que estaban ahí,
atendiendo, acompañando, salvando vidas.
CERMI, 25 años de innovación social en discapacidad. Los 25 años de
existencia del CERMI han propiciado avances esenciales en el
reconocimiento de derechos, inclusión y bienestar de las personas con
discapacidad. El CERMI ha demostrado desde sus inicios que es posible
la reivindicación que exige con firmeza y a la vez construye alianzas. La
labor de incidencia desde la unidad, elemento primordial de la cultura
CERMI, se ha mostrado en toda su esencia en los momentos de mayor dificultad.
Ante esta realidad, en el Día Internacional y Europeo de las Personas
con Discapacidad, el movimiento CERMI se declara en situación de
emergencia. Hoy más que nunca el CERMI grita SOS Discapacidad, y
exige que se cumplan estas demandas:
Primera. El movimiento CERMI alerta de la situación devastadora en la
que se encuentran las entidades estatales de la discapacidad, que están
en una precariedad que aboca al riesgo real de desaparición.
Segunda. El movimiento CERMI reclama de los poderes públicos
medidas alternativas, extraordinarias, que compensen este quebranto
a la sostenibilidad de las organizaciones representativas de las personas
con discapacidad y sus familias y que, en definitiva, permitan la
supervivencia de entidades acreditadas, solventes, con trayectoria y
programas con gran impacto social.
Tercera. El movimiento CERMI exige la consideración plena e
indiscutida del Grupo Social ONCE como entidad del tercer sector de
acción social a todos los efectos.
Cuarta. El movimiento CERMI reivindica la revisión en profundidad del
modelo de financiación de las entidades del Tercer Sector de Acción
Social, que actualmente se ha demostrado como claramente
insostenible e incapaz de dar respuesta a las necesidades reales de las
personas más desfavorecidas.