Ana Carrasco, una artesana multidisciplinar y autodidacta

Hace cinco años, Ana Carrasco decidió dar un cambio a su vida. En esa nueva etapa, esta soriana apostó por desempolvar un maletín de óleos y pinceles que tenía guardado en el armario desde hace 20 años y dar rienda a toda su creatividad. Desde entonces, esta artesana no ha parado de innovar y de superarse, sumergiéndose en el mundo de los cuadros y de las manualidades.

Con un taller en Soria y otro en Tera, esta artista comenzó representando parajes sorianos: “Me gusta experimentar, pero lo que más me llama la atención es la naturaleza e inspirarme en fotografías de profesionales como Fran Benito. He pintado La Fuentona, el árbol de Sotillo del Rincón y algún paisaje de Yanguas”.

De la misma manera, sacando a relucir su inspiración durante la pandemia, probó con una nueva disciplina, llamada réplicas rupestres. Empleando tan solo los materiales con los que contaba en su casa, lienzos pequeños y pinceles, empezó a experimentar, basándose en un libro de historia de su madre -era profesora de esta materia escolar-. Ojeándolo se sentía como en una máquina del tiempo, “adentrándose en la piel de las personas que en su día crearon estas majestuosas pinturas”.

Tras estas primeras experiencias artísticas, Carrasco dio el paso de mostrar sus obras a los demás. Con ese reto, llevó a cabo una exposición el pasado verano en San Leonardo de Yagüe, su pueblo natal. “También he acudido a varias ferias y me he sentido muy alagada por la gente que ha visto los cuadros. No obstante, desarrollo esta actividad en estos momentos por disfrutar y sin ánimo de lucro. En un futuro no descarto dedicarme a ello, pero por ahora no”, señala. Actualmente, sus lienzos siguen estando expuestos en una muestra en Medina de Pomar (Burgos) con la Asociación ACPAL, acompañada por otros artistas.

Cambio radical

Después de esta primera etapa artística, esta artesana decidió cambiar completamente su estilo de vida, aprovechando sus conocimientos dentro del mundo de la electrónica, al que se dedica desde bien joven. Encargada de una tienda familiar, Nikam, situada en la Calle Arzobispo Fuenmayor, con más de 20 años de antigüedad, se enamoró hace dos de una pieza de las televisiones que le cambió su forma de pensar: los difusores.

“Estaba prendada de ella y no quería tirar más, así que no pude evitar guardarla para hacer algo con ella. En un primer momento no sabía muy bien en qué la iba a emplear, pero manipulándola vi que tenía muchas posibilidades”, explica.

Naturaleza

Para poder trabajarla con detenimiento y concentrada, Carrasco traslada este material de su taller en Soria a su hogar en Tera. A tal efecto, esta autodidacta manifiesta que necesita tranquilidad, contar con una buena luz y estar rodeada de naturaleza en el tiempo libre que dedica a estas manualidades.

Una vez allí, arrancó engarzando esta pieza con cables de teléfono reutilizados para dar lugar a llaveros caseros, en series de nueve, “ya que no puedo parar si he arrancado porque cambiaría completamente el trazado del color”. En estos, también introdujo materiales naturales como plantas o granos de arroz para darles un aspecto más novedoso. Seguidamente, inmersa en su proceso artístico, comenzó a probar con otros productos como llaveros, pendientes y anillos que realizaba con los difusores, cuero y metales, decorándolos con sus dedos, hierbas o palillos: “El diámetro de este elemento electrónico es fundamental para adaptarlo a diferentes figuras. Poco a poco voy introduciendo componentes para seguir innovando”.

Con esa capacidad, Ana Carrasco ha dado un nuevo paso en su carrera. Desde hace unos meses, faena con otra pieza televisiva. En este caso, las pantallas son las protagonistas, ejerciendo como lienzos en los que plasma sus ideas, utilizando esmaltes de todo tipo. Con todo ello, para poder embarcarse en esta aventura, esta soriana ha tenido que ser muy valiente y decidida.

Empezando de cero y sin nadie que le enserara, fue poco a poco adentrándose en este universo de forma autodidacta: “Siempre que puedo intento sacar tiempo libre para continuar aprendiendo. Antes tenía muy poco, pero ahora estoy tratando de contar con más porque es algo que me encanta. Me gusta experimentar con las densidades y las formas para llegar a diversos resultados finales”.

En ese proceso de crecimiento, el apoyo de los suyos ha sido fundamental. A pesar de este novedoso cambio de vida, “todos mis familiares y amigos artistas me han animado a perseguir mis sueños y a dar las vueltas que fueran necesarias a mis ideas hasta alcanzar lo que pretendía”. En ese aspecto, Ana Carrasco no quiere olvidarse de Mariano San Quirico, procedente de Covaleda, “ya que ha sido la persona que más ha estado ahí a la hora de innovar con las piezas televisivas y con las primeras exposiciones con mis cuadros, involucrándose incluso hasta el punto de montarlas a mi lado”.

Con todo ello, Ana Carrasco se está haciendo, con paciencia y mucho trabajo, un nombre en este complejo mundo. Después de todos los pasos que ha dado, su imaginación y su instinto seguirán volando hasta lugares inimaginables en los que encontrará nuevos temas sobre los que realizar sus manualidades.