El Banco de Alimentos de Soria recibe los primeros 1.000 litros de leche, de Cañada Real, por la venta del libro del soriano Ángel Romera. Tanto escritor, como el presidente del BALSO y el Director Comercial de Cañada Real se han mostrado orgullosos de este logro.
El libro solidario del soriano Ángel Romera, ‘El eco de los llantos prohibidos’, destinó el 50% de sus beneficios al Banco de Alimentos con esperanzas de que adquirir, antes de finalizar el año, 1.000 litros de leche procedentes de Cañada Real. Hoy, a un día de nochevieja, el Banco ha recibido dicha tonelada a las doce del mediodía.
Ángel Romera ha tenido palabras de agradecimiento para todos aquellos que se han esforzado por promover y comprar el libro: “Lo hemos conseguido gracias a los medios de comunicación, la colaboración de los sorianos comprando el libro, el banco de alimentos que se ha volcado con la promoción, y Cañada Real, por supuesto, que han vendido sus ejemplares.” También ha hecho mención a la Diputación, ya que han sido un elemento clave en el proceso. “Especialmente a la Diputación de Soria, que ha comprado en esta primera tanda 50 ejemplares, y ha sido un importante apoyo para llegar al número de ventas necesarias para esta primera tonelada.”
Esta tonelada de leche solo es un comienzo. Soria ha demostrado que con la colaboración de todos se pueden llevar a cabo cambios significativos. Íñigo Galparsoro, Director Comercial de Cañada Real, lo ha llamado “cultura envuelta en solidaridad” y espera que la segunda tonelada pueda llegar pronto para poder ayudar a más gente que lo necesite.
En una época en la que destacan las compras, y que además ha coincidido con la Gran Recogida, el presidente del Banco de Alimentos, Óscar Arancón, ha querido resaltar la importancia de conseguir este objetivo, ya que "ha supuesto un doble esfuerzo económico para muchas personas." Dice que ha sido un año completo para el BALSO, que incluso contó con una visita de S.M. La Reina Sofía, "un espaldarazo a nuestra actividad".
Pensando en el año que viene, Arancón se encuentra “moderadamente optimista, ya que se prevé complicado, pero nosotros seguimos comprometidos con los más desfavorecidos y no vamos a reducir ni la cantidad ni la calidad de los alimentos.” Y a pesar de que económicamente será un año turbulento, el presidente del BALSO confía en la solidaridad de los sorianos.