Saminhaän: apuesta de integración y futuro en Monteagudo

La lucha y reivindicaciónde la España Vaciada tiene nombre propio: Saminhaän. Al oírla, la palabra puede evocar un sonido árabe. Una posibilidad que no extraña porque es el nombre de una sinular tetería y restaurate de cocina marroquí. Pero no, este nombre es la suma de las iniciales de Sara, hija mayor del impulsor de la iniciativa Gonzalo de Miguel Redondo; Mina, la cocinera y protagonista de esta bonita historia; Hasan, el marido fallecido de Mina; y Andrea, la hija menor del audaz emprendedor que se ha atrevido con este llamativo proyecto.

Saminhaän no tiene traducción al árabe..., ni al español, pero su significado en el idioma de la vida es hondo, apunta Gonzalo de Miguel. Saminhaän es familia, amor, compromiso, solidaridad, integración. Y también es Monteagudo de las Vicarías.

PASIÓN DESMEDIDA

La esposa de Gonzalo, Blanca Martín -una pinariega de Regumiel de la Sierra- lo tiene claro:“Saminhaän es una historia de amor pasional y desmedido de mi marido con su pueblo”. Y es que Gonzalo de Miguel, en agosto de 2020, durante la pandemia del Covid, decide coger su ordenador portátil y marcharse a la casa que tiene en su pueblo. Su residencia familiar estaba en Zaragoza, pero enseguida siente que “en Monteagudo se está muy bien”. El teletrabajo y una videoconferencia con la ciudad estadounidense de Los Ángeles resultan “definitivos”. “En mi pueblo puedo trabajar y vivir estupendamente”, señala.

Su participación en un curso de informática que había organizado el Ayuntamiento cambia la previsible historia. Quedó ‘prendado’ de dos niños, hermanos y de origen marroquí, que compartían el ordenador de una concejala porque no

tenían. Luego supo que la madre -Mina- había quedado viuda recientemente, y todo se precipitó.

El ingeniero y empresario Gonzalo de Miguel, de una familia que siempre había tenido negocios para dar servicio a los vecinos de Monteagudo, primero con una herrería (su abuelo), y luego taller o gasolinera, de los que él mismo tuvo que

hacerse cargo al fallecer su padre joven, abría las pastelería y restaurante en Monteagudo el 10 de enero de 2022, para ayudara Mina, de la que conocía su talento para la cocina y la pastelería, y “para hacer algo por mi pueblo”.

Durante un paseo por París, donde vive una hija de este singular rayano, entraron en una pastelería marroquí y Gonzalo pensó, “¿por qué no podemos hacer esto en Monteagudo? Llamó al alcalde, habló con Mina y se puso a ello. Un año después de su apertura, Saminhaän tiene media docena de trabajadores, y cuenta con un obrador de pan, que reparte por numerosas localidades de la zona de Las Vicarias y del sur de la provincia, al grito de "ningún pueblo sin pan".

Pero, además, ese establecimiento se ha convertido en una referencia de encuentro, de ilusión y de integración, ya no solo para todos los vecinos del pueblo, sino también para toda la comarca. La histórica villa de Monteagudo de Las Vicarias, de apenas 200 habitantes, que es conjunto histórico-artístico, está viviendo un momento muy dinámico, tras su inclusión en el prestigioso club de ‘Los pueblos más bonitos de España’ y de la recuperación del castillo-palacio, que puede visitarse y ofrece interesantes muestras de arte contemporáneo.

Gonzalo de Miguel espera que su proyecto sirva de ejemplo. “Se habla mucho de la España vaciada pero luego se hace muy poco, dice, si se invirtiera solo una pequeña parte de todo el dinero que se da para hablar y hablar de la despoblación y del medio rural, en vez de para invertir y hacer...”, se pregunta. Confía en el potencial turístico de Monteagudo y del sur de la provincia, en el Alto Jalón, “una zona muy interesante”, en una ubicación estratégica en la ‘raya’ entre Castilla y Aragón, y con muchos recursos culturales y patrimoniales.

Precisamente, Monteagudo ha recibido el premio provincial de turismo 2022 de la Diputación de Soria, por el esfuerzo que se está realizando para impulsar el turismo, en el que participan el Ayuntamiento, Carlos González, y otras personas que se están volcando, como Margarita Arsuar con su galería dearte AGA, o el historiador Antonio Ruiz, entre otras personas, porque son muchas las que se están ilusionando por el futuro de Monteagudo”.

El joven concejal Francisco Martínez destaca “el cambio exagerado para bien”, destacando el impulso que ha supuesto la tetería de Gonzalo y la recuperación del castillo, “al que hay que sacarle más partido”. “Estamos ilusionados, y apostamos por que los jóvenes puedan quedarse en el pueblo”, que ha sabido aprovechar la llegada nuevas familias, de procedencia distinta pero con un mismo fin: sacar adelante Monteagudo. “Pocos creían que esto iba a funcionar”, recuerda su propietario. Sin embargo, Saminhaän lleva camino de ser un símbolo para la provincia.

MENÚ ÁRABE, UNA EXPERIENCIA

El ‘alma’ de la cocina la pone Mina Oubelkass el Lotfi. El menú árabe es el elemento diferenciador y personal de este singular restaurante y pastelería, toda una experiencia. Ofrece ensalada marroquí, mini briwat de carne y verduras, cuscus de pollo con verduras o tajine de ternera con frutos secos, surtido de pastas arabe y te moruno o café. Hasta Montagudo llegan personas de numerosos lugares para probar un “extraordinario” cuscus.

Pero como la integración también ha llegado a la carta de este establecimiento, quien prefiera una cocina española encontrará otras alternativas como ensaladas, croquetas, hamburguesas, tostas y otros platos. La carne es halal, con animales sacrificados al estilo musulmán. Asimismo, llama la atención la amplia variedad de dulces árabes. El local dispone de una amplia terraza.