Importante triunfo de los celestes ante un rival directo que no lo puso nada fácil en Los Pajaritos.
Los sorianos se llevaban este sábado tres puntos muy importantes contra el Leleman Conqueridor Valencia en un encuentro en el que ninguno de los dos equipos cedió un solo palmo de cancha. Notable victoria de los celestes por 3-1 (25-22, 22-25, 25-21, 25-20). Un triunfo muy valioso ante un rival directo, así como por la dificultad del encuentro, en el que los dos equipos demostraron su entrega y actitud, no dando ninguna pelota por perdida, logrando defensas muy ritorias y, en definitiva, vendiendo muy caro cada palmo de cancha.
Aunque los sorianos se impusieron en la primera manga, los valencianos equilibraron el duelo en el segundo acto, e incluso en el tercer y cuarto set, donde los locales fueron ligeramente superiores en un juego estuvo muy igualado. El partido resultó muy interesante y atractivo, con acciones espectaculares tanto de ataque como de defensa.
En el primer set los sorianos lograron llevar la iniciativa en el marcador en todo momento. Y eso que Leleman Conqueridor Valencia apretó mucho con el saque, pero la recepción local demostró un magnífico nivel. No obstante, cuando la presión de los sacadores hacía daño, con Javier Monfort, Funes y resto de componentes, los celestes lograban evitar errores consecutivos y, sobre todo, los atacantes mostraban una confianza capaz de hacer rotar al equipo en momentos determinantes.
Todo ello privó a los valencianos de dar caza a los locales en el marcador, sobre todo con el 23-22, que finalmente quedó en una advertencia, pues los celestes lograron cerrar la manga con un 25-22. En el segundo acto los visitantes devolvieron la moneda al cuadro de Soria. De hecho, al igual que los celestes en el primero, ahora eran los del Turia quienes lograban una pequeña renta inicial desde los primeros compases. El cuadro soriano también trataba de recortar distancias, pero Vicente Monfort encontraba siempre un aliado imparable en su equipo, bien con su hermano Javier, por el centro con Scarpin o con un Amorin un tanto intermitente.
La superioridad visitante era manifiesta en esta fase del choque, y el 22-25 acabaría iluminando el marcador. Tras el equilibrio de fuerzas en el electrónico, quedaba por deterimar los derroteros por los que iba a discurrir el encuentro. La igualdad se evidenció en el marcador con numerosos empates y sin que ninguno de los dos equipos lograra abrir hueco en el marcador. El equipo soriano elevó su nivel de saque cuando más igualado estaba el duelo, logrando amortizar sus oportunidades más allá del ecuador del set. Moreno y Vargas, por las alas, se convertían en los aliados más fiables de Lorente, mientras que las dificultades en recepción minimizaban el peligro de Conqueridor por el centro, lo cual sería deterimante de cara al 25-21. Aquí, el nivel del encuentro era muy alto, con acciones de defensas inverosímiles y acrobacias de todos los colores para llegar a balones aparentemente imposibles. Nadie quería dar su brazo a torcer, y por eso, en cuanto Soria logró una primera ventaja significativa (12-9) llegó el tiempo muerto de Fabián Muraco. La acción del técnico se antojaría determinante, pues acto seguido su equipo equilibraba la balanza (12-12).
Los sorianos no encontraban ahora a Vargas, pero Lorente tenía en Villalba un nuevo filón infalible, y la ventaja volvía a elevarse con el 18-15 y el segundo tiempo muerto del cuadro levantino. Sin embargo, en la recta final, los de Toribio vieron los frutos de su insistencia, con un Moreno que disparaba sus números ofensivos para cerrar el choque con 25 anotaciones, y un marcador que se sellaba en forma de victoria con 25-20.