Numancia 0-1 Calahorra, el colista saca a relucir todas las carencias rojillas

Numancia y Calahorra se han medido esta tarde en un partido muy igualado en Los Pajaritos que se ha decidido en los últimos compases con una acción que ha dejado en entredicho a la zaga local. Con el reto de conseguir los tres puntos, Iñaki Bea ha dado entrada en el once a dos de los fichajes invernales, Zarzana e Iñigo Muñoz, en una zona ofensiva que ha tenido muchos problemas durante la primera mitad para crear peligro.

A lo largo de esos instantes, los calagurritanos han sido los encargados de llevar el peso del partido, amasando posesiones largas y llegando a la portería de Ayesa por las bandas. Sergio Gil y Vidorreta, con disparos lejanos, y Pascual, con varios cabezazos, han sido los encargados de probar suerte en ese arranque de choque.

Tras ese inicio, los rojillos han ido mejorando con el paso de los minutos, aunque han continuado teniendo muchos problemas a la hora de elaborar en los metros finales. En dicha zona, Rubén Mesa ha gozado de la ocasión más clara de la primera mitad para los locales. El delantero ha conducido el balón hasta plantarse solo, delante de Limones. Sin embargo, el ariete se ha equivocado y el arquero le ha terminado quitando el balón.

Continuando con ese incremento de prestaciones, Mancebo ha puesto por delante a los numantinos. A pesar de colar el balón en las mallas rivales, el gol no ha subido al marcador ya que el colegiado ha pitado fuera de juego, justo antes de señalar el descanso. En él, Iñaki Bea, disgustado con lo que estaba viendo sobre el terreno de juego, ha completado un triple cambio, dando entrada a Jaume Pol, Valín y Bonaldo, sustituyendo a San Emeterio, Dani Sánchez y Cotán.

A pesar de esas intenciones, el equipo apenas ha cambiado, ya que ha seguido siendo muy plano y predecible, colgando numerosos balones al área sin ningún peligro. En ese sentido, la zaga calagurritana no ha sufrido en la segunda mitad, valiéndole estar bien posicionada para despejar, una y otra vez, los balones que los jugadores locales ponían a las inmediaciones de Limones.

Debido a esa situación, la grada de Los Pajaritos ha mostrado su enfado, silbando en numerosas ocasiones el juego de los suyos. Rubén Mesa, el más activo de los rojillos, ha podido inaugurar el marcador con un cabezazo que ha despejado magistralmente el cancerbero contrario con una mano salvadora. Esa acción ha sido también un buen indicador de lo que estaba ocurriendo en el césped. La grada casi no se ha inmutado, demostrando que su equipo no era capaz de transmitir nada ante el Calahorra.

De esa manera, ha seguido avanzando un duelo que ha terminado de la peor manera posible para los de Iñaki Bea. Un balón largo a la espalda de la zaga rojilla ha sido rematado al fondo de las mallas por un Baselga que ha cruzado el balón a un palo largo de un Ayesa que no ha podido hacer nada. Ese ha sido el detonante para que la afición clamará por lo que estaba sucediendo, llegando a corear “Esta camiseta, no la merecéis”. A pesar de todo ello, todavía ha dado tiempo para que el propio Baselga pudiera poner un 0-2 que ha evitado Simic con una entrada que le ha costado la cartulina roja.

Con todo ello, se ha llegado al final de un encuentro que ha destapado todas las carencias que tiene el Numancia a ante un rival que tan solo había sumado un triunfo a domicilio este curso. Los problemas para llevar el peso del partido y para hacerse fuertes en casa están siendo un lastre para un combinado soriano que ve como se acerca el descenso a tres puntos, mientras que la zona de promoción se aleja ya a seis unidades.