El técnico hizo hincapié en que tiene que evitar que se derrumbe su conjunto, “porque este escudo pesa mucho y tengo miedo a que nos pese la presión”.
El Numancia sufrió anoche una de las derrotas más dolorosas de los últimos tiempos al caer con el Calahorra en los últimos minutos del encuentro. Tras un choque muy disputado, en el que los rojillos no fueron capaces en ningún momento de ser los dominadores y de generar peligro, los tres puntos se escaparon del feudo soriano con un tanto de Baselga que destapó las carencias de los locales.
Con ese jarro de agua fría, Iñaki Bea compareció en la rueda de prensa, transmitiendo que el objetivo en estos momentos es evitar el descenso: “No debemos dejar caer al club y nuestra meta ahora es buscar cinco equipos que sumen menos puntos que nosotros. Si hubiéramos ganado nos podríamos haber alejado de esa zona y habernos planteado cosas bonitas, pero tenemos que lamentarnos de esta derrota y empezar a sumar, sumar y sumar”.
En esa dirección, analizando el traspiés, el preparador de Amurrio recalcó que los suyos no estuvieron frescos en ningún momento, siguiendo con la mala dinámica de los últimos encuentros ligueros. A tal efecto, este expresó que los calagurritanos nos “han creado mucho peligro, por lo que solo nos queda hacer autocrítica, empezando por mí”. No obstante, Bea indició que, en caso de haber sumado los tres puntos, “podría haber catalogado mi trayectoria de excelente, con un promedio de 1,63 puntos por partido, puntuación de play off”.
Con todo ello, el entrenador numantino hizo hincapié en que deben trabajar mucho para “evitar que se derrumbe nuestro conjunto, porque este escudo pesa mucho y tengo miedo a la presión que puedan sentir los jugadores cuando juguemos en Los Pajaritos”. En ese sentido, al referirse a los seguidores, este les quiso pedir perdón por la imagen dada: “Al final ellos han vivido una historia superbonita, cargada de tardes de gloria en el fútbol profesional, y ahora es dudo ver así al equipo en Primera RFEF. Estoy seguro de que le van a dar una vuelta a todo y nos van a ayudar a salir de esta situación”.
Por su parte, el entrenador del Calahorra, Carlos Pouso, al ser preguntado por los periodistas, analizó el momento por el que está atravesando el cuadro numantino: “Todo el mundo espera que esté arriba, pero no hay que olvidar que es un recién ascendido y que con el escudo no se gana a nadie. Recordad que cuando estaba en Segunda nunca era favorito para el ascenso y consiguió estar varias veces en Primera División”.
Con todo ello, el veterano técnico aventuró que los rojillos finalizarán el curso en una posición más alta, “muy lejos de nosotros”. Sin embargo, definió que en estos momentos “el Calahorra nos encontramos en el infierno, ellos en el purgatorio, aunque si hacen bien las cosas todavía están a tiempo de alcanzar el cielo”.