Urge salvar La Monjía de Fuentetoba de la ruina: se reinicia la incoación como BIC casi treinta años después

El futuro del La Monjía de Fuentetoba se ha complicado, después de que el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) publicara, el pasado 31 de enero, el reinicio del expediente de incoación como Bien de Interés Cultural de ese palacio-ermita, a pesar de esa incoación ya se iniciara en 1995, aprobándose la declaración en el Consejo de Gobierno de la Junta en 2021.

Esta nueva situación es consecuencia de una reciente sentencia de diciembre del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL), que saltó a la opinión pública el día de la publicación del reinicio de incoación en el Bocyl, que da la razón a un recurso presentado por los propietarios, que adujeron la tardanza entre el tiempo de incoación del expediente y la posterior aprobación definitiva por parte de la Junta, más de dos décadas. También, parece que el expediente no estaba completo.

Cuando parecía que el proceso de protección de La Monjía estaba finalizado, ha surgido esta nueva circunstancia que, no obstante, no cambia las obligaciones de mantenimiento y conservación del edificio previstas en la Ley de Patrimonio, o las exigencias en el caso de que se quiera realizar obras y actuaciones.

“Se ha incumplido manifiestamente la ley, la obligación de mantener y conservar el monasterio-palacio de La Monjía. Cada día cuenta, y no se puede esperar a que, mañana, propietarios e instituciones digan que no se puede hacer nada porque ya es una ruina. Aún se está a tiempo de actuar y de salvar este importante enclave patrimonial, artístico, histórico y paisajístico de Soria”. Es lo que afirma David Ortega, conocido divulgador y defensor del patrimonio de Soria en redes sociales, y algo que -seguro- comparten todos los vecinos de Fuentetoba y el conjunto de los sorianos.

La puesta en venta de La Monjía y su finca de 323 hectáreas en un conocido portal inmobiliario ha reavivado el interés local y nacional por ese palacio, muy deteriorado y en riesgo de derrumbe. Medios nacionales como El País o elDiario.es se han hecho eco -en las últimas semanas- de la lamentable situación de ese singular palacio del siglo XVI, que tiene una ermita románica del siglo XII, ubicado en la ladera meridional del emblemático Pico Frentes.

David Ortega apela a la responsabilidad de los propietarios de La Monjía y de las instituciones públicas para “salvarla”. A los primeros, porque la ley de patrimonio les obliga a conservarla. A las administraciones, porque deben hacer cumplir esa ley exigiendo las intervenciones necesarias de consolidación, o ejecutándolas de oficio. Lo siguiente, en el progresivo y alarmante deterioro de La Monjía, va a ser el hundimiento de la ermita románica. Su sacristía -un edificio posterior añadido- ya se hundió en 2018, y en la cabecera se aprecia una tremenda grieta.

Además, tras el boquete del tejado aparecido después de la nevada de La Filomena, la situación del palacio se va agravando progresivamente. Su interior se encuentra ya completamente destrozado y expoliado, y su riesgo de colapso es creciente y muy inquietante. David Ortega insiste en que las instituciones públicas tienen recursos económicos para tomar decisiones urgentes y asumir la conservación.

Considera que “no es algo menor del patrimonio arquitectónico e histórico soriano. Es una expresión del primer románico de la provincia, y tiene que ver con la repoblación medieval de Soria”, en este caso a través de monjes del monasterio riojano de Valvanera. Ortega no quiere “ni imaginar” que La Monjía se acabe perdiendo, como ha ocurrido con la iglesia San Pedro El Viejo de San Pedro Manrique, o los monasterios de Espeja de San Marcelino, Guijosa o Cántabos. “Sería un fracaso de todos y una negligencia imperdonable”, afirma.

PLAN DIRECTOR

Recientemente, los propietarios de La Monjía han remitido un documento a Patrimonio Provincial de la Junta, a modo de declaración de intenciones, sobre diversas intervenciones que plantean llevar a cabo. Pero Patrimonio ha respondido que deben presentar un proyecto más concreto, para que pueda pronunciarse y aceptarlo.

Al parecer, se considera un documento de trabajo interesante, pero no es un plan director, ya que no aporta plazos, ni se detalla en qué zonas o cómo van a ser las posibles intervenciones en el complejo de La Monjía. Patrimonio confía en que el documento presentado no sea una maniobra para ganar tiempo, y que la voluntad de intervenir sea real.

El artículo 24 de la Ley de Patrimonio de Castilla y León y el 36 de la Ley de Patrimonio Histórico de España señalan que el titular, responsable o gestor de un bien de interés cultural o incoado tiene la obligación de conservarlo. Pero la norma también da la posibilidad de que la administración (Junta de Castilla y León o Ayuntamiento de Golmayo, en este caso) actúe de forma subsidiaria y realice las obras de conservación si los titulares desatienden los requerimientos. La solución no es fácil, pero cuanto más tiempo pase “sin hacerse nada” más complicada será, porque el estado de la ermita, bajo la advocación de la Virgen de Valvanera, y casa fuerte palaciega del siglo XVI se agravan.

David Ortega insiste en que ambas partes, propietarios y administraciones, “están condenados” a hablar, entenderse y llegar a un acuerdo sobre la conservación y el futuro del palacio de La Monjía. “Es complicado, porque la situación es compleja”, pero recalca que la Ley de Patrimonio está para cumplirse, y que las instituciones públicas tienen la última palabra y decisión.

Las fotos de interior de este reportaje fueron realizadas en la Bajada de la Virgen de Valvanera a la parroquia en 2019, una de las últimas veces que los vecinos de Fuentetoba han podido entrar a la ermita y palacio.