La operación ha estado coordinada por la Brigada Central de Ciberamenazas Financieras, en el marco de una actuación de la Policía Nacional contra una organización criminal de ámbito internacional especializada en estafas
Hoy miércoles ha sido dado a conocer que agentes de la Comisaría Local de Aranda de Duero detuvieron y pusieron a disposición judicial el pasado 13 de febrero a dos individuos por delitos de pertenencia a organización criminal, estafa y blanqueo de capitales en el marco de una operación de la Policía Nacional contra una organización criminal de ámbito internacional, especializada en la comisión de estafas conocidas como ‘Business Email Compromise (BEC)’.
En la operación, que fue coordinada por la Brigada Central de Ciberamenazas Financieras de la Comisaría General de Policía Judicial, intervinieron los grupos de investigación correspondientes a los territorios donde operaban estos ciberdelincuentes, que actuaban en varias ciudades del país, entre ellas Aranda de Duero, tanto peninsulares como insulares.
La estafa, que bajo las siglas ‘BEC’ incluye las conocidas como ‘estafa del CEO’, ‘Man in the Middle’, ‘factura falsa’, entre otros métodos de ciberdelincuencia, tiene por objetivo específico los departamentos de administración y altos ejecutivos (CEO) de empresas, preferentemente con proyección internacional, acostumbradas a transferir grandes cantidades de dinero y bienes en su dinámica comercial, así como a pymes.
La operativa de estos ciberdelincuentes consiste en obtener información confidencial mediante ‘ataques’ personalizados por correo electrónico dirigidos a un usuario o a un grupo de un entorno empresarial, con información detallada, diseñada para engañar al destinatario. El autor de la estafa simula una falsa identidad y utiliza los correos para contactar con las personas y empresas con las que mantienen acuerdos comerciales, solicitando transferencias y pago de facturas.
Los destinatarios, bajo la creencia de que sus interlocutores son empresas con las que mantienen relación, llevan a cabo transferencias y/o pagan facturas ingresando las cantidades en las cuentas que se indican. De esta manera, los ciberdelincuentes sustraen importantes cantidades de dinero que, en conjunto, suponen millones de euros que van a engrosar las cuentas de otros integrantes de la organización delictiva.
Posteriormente, estas cantidades siguen diversos caminos, pudiendo ser transferidas a terceras cuentas para evitar su bloqueo, ser extraídas en cajeros automáticos o ser utilizadas para comprar bienes que finalmente son exportados a otros países, impidiendo así su recuperación, según fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Burgos.
Fuente: Ical