La Diputación mejorará la eficiencia del ciclo del agua en la provincia con el nuevo PERTE

Esta mañana, la Diputación de Soria y la Oficina de Innovación contra la Despoblación (OID) han presentado a los alcaldes de la provincia el PERTE del agua. Este proyecto, bautizado como ‘Agua Rural’, pretende digitalizar el ciclo del agua a nivel global, permitiendo a los ayuntamientos centralizar este control en la sede provincial. El objetivo es mejorar la eficiencia en la gestión de este recurso a través de una inversión que supera los 22,5M€ y para la que esperan poder recibir una subvención de hasta el 85% de fondos europeos.

Aunque es prácticamente imposible aportar una cifra exacta de las pérdidas de agua en la provincia a través de fugas de tuberías, teniendo en cuenta los sistemas de monitorización que hay implantados actualmente, Miguel Broto, responsable de proyectos de la OID ha podido presentar un cálculo estimado. “Entre el 70% y el 80% del total del agua que se extrae, de la que se pone en circulación, no se llega a consumir en el conjunto de la provincia. El objetivo es reducir en un 90% esas pérdidas y dejarlas en un 10% o un 15%”, asegura. En estos momentos, estas fugas tardan, en algunos casos, meses en ser detectadas y podrían pasar a encontrarse en horas o días.

En concreto, gracias a este proyecto, 121 ayuntamientos de la provincia en situación de reto demográfico y Almazán, más de 300 localidades en total, tendrán acceso a servicios que podrían no haber sido capaces de asumir sin esta ayuda. Aparte del ahorro de agua que esto puede suponer a nivel global, y la mejora en el control del ciclo del agua, podría ahorrar una importante suma de dinero a los municipios. Benito Serrano, presidente de la Diputación, ha calificado el proyecto de “inmediato”, ya que se llevará a cabo entre 2023 y 2025.

Este proyecto forma parte de una estrategia integral de lucha contra la despoblación gracias a un proyecto "innovador" a nivel nacional gracias a la gestión a tiempo real de estos recursos. "El objetivo es generar un territorio más atractivo, más competitivo para las personas, empresas y ayuntamientos que puedan prestar mejores servicios a sus habitantes a menor coste", ha explicado Broto.

Este “gran salto tecnológico” conllevará “una renovación completa en la gestión del agua”, en palabras de Broto, para obtener la máxima eficiencia. Entre otras actuaciones, se monitorizará y mejorará la infraestructura física de distribución del agua, que en muchos casos son instalaciones antiguas “que los ayuntamientos no tienen la capacidad de mantener”. También se monitorizará la calidad del agua, se mejorarán los sistemas de energía para reducir su consumo por metro cúbico y también se va a buscar reducir el gasto en agua aportando pautas de consumo.