Laguna Negra, la familia por encima de todo

Hablar de hockey patines en Soria es hablar del Laguna Negra. Este equipo, con 15 años de historia, trabaja día a día para conseguir que esta práctica minoritaria siga teniendo futuro en la provincia. Para ello, la entidad, presidida por Julián Petinal Gómez, cuida hasta el más mínimo detalle, tratando de enganchar cada vez a más sorianos a este deporte: “Llevo desde que se fundó y es como mi niño bonito. Somos una pequeña familia en la que todos nos conocemos, y en la que cuando existen discusiones las solucionamos hablando”.

Para seguir adelante, su máximo dirigente hace hincapié en que es esencial “pelearnos con las administraciones para satisfacer necesidades”. En ese sentido, este manifiesta que cada vez cuentan con más respaldo, logrando entre otras cosas una pista solo para patinaje, dejando a un lado el debate por una instalación multiusos.

Cantera

De la misma manera, la entidad conserva, con mucho cariño y dedicación, a una cantera prolífera con seis equipos en liza -benjamín, alevín, infantil, junior, juvenil y sub-23-, compuestos por 30 jugadores. Dentro de esa tarea, el Laguna Negra incorporó el pasado verano a un todoterreno como José Emilio Ballano Rojas.

Con una dilatada experiencia a sus espaldas, este enamorado del hockey apuesta por ampliar cada vez más la base, animando a los jóvenes de los pueblos de la provincia a probar este deporte en el San Andrés, confiado en alcanzar el máximo nivel en un periodo de tres a cuatro años: “Es en lo que más estamos trabajando. El benjamín y el alevín han aumentado este año y tenemos que continuar en la misma línea”.

Conjunto senior

Con todo ello, el primer equipo, que milita en la Liga Norte -cuarta categoría nacional-, cuenta entre sus filas con numerosos jugadores procedentes de las categorías inferiores. A pesar de su juventud, estos son el principal sustento de la escuadra soriana, sobre todo cuando hay que llevar a cabo desplazamientos. En esa dirección, el presidente y el capitán, Cristián Rodrigo Jiménez, ponen de relieve su labor: “Tenemos chavalillos que se están haciendo un hueco y que vienen con muchísima fuerza. Durante los últimos cursos han mejorado mucho, y poco a poco vamos viendo cómo eso se está traduciendo en resultados”. No obstante, los triunfos no acaban de llegar (el último data de la temporada pasada). Sin embargo, nadie en el club se ha venido abajo, mucho menos los jugadores.

A ese respecto, Rodrigo y Ballano inciden en que estos llegarán si se mantiene la línea de trabajo, aunque lo importante, recalcan, “es disfrutar con la familia que formamos, tratando de seguir mejorando”. En cambio, en el lado opuesto, una de las situaciones que sí les preocupa es la fuga de talentos.

Objetivos futuros

Ese problema provoca que numerosos jugadores tengan que marcharse de la entidad al cumplir 18 años por temas de estudios, evitando que el club siga creciendo: “Cuando comenzamos a consolidar la plantilla, varios integrantes se marchan y tenemos que volver a empezar de cero. Es una circunstancia que este año ha cambiado un poco con el retorno de dos chicos”, explican nuestros tres protagonistas. Intentando encontrar una solución definitiva, todos ellos se marcan esta campaña el reto de evitar el farolillo rojo de la tabla para mirar al futuro con más optimismo, con el sueño de alcanzar la Liga de Bronce, enganchando a una afición cada vez más numerosa.