El rescate del comandante Tamayo no llegó a tiempo para dar los 3 puntos al Numancia

El Club Deportivo Numancia buscaba una cuarta victoria consecutiva que le permitiera meterse de lleno en la pelea por los playoffs de ascenso. En una mañana soleada pero fría en la capital soriana, el rival era un Atlético Baleares que, inmerso en puestos de descenso y con una racha opuesta a la rojilla de 4 derrotas, buscaba lograr puntuar en Los Pajaritos con un partido muy serio.

Y así, seria fue la primera mitad. Unos 45 minutos sin apenas destellos de calidad ni planteamientos técnicos que desequilibrasen la balanza. Comenzó bien el Numancia, pero el ímpetu inicial apenas duró 5 o 6 minutos. Los rojillos buscaron abrir el campo con presencia de ambos laterales en campo contrario pero apenas generaron ocasiones de peligro.

Un tiro desde la frontal que se fue alto y una falta que nadie logró a rematar fueron los dos acercamientos de unos rojillos que en ningún momento probaron al guardameta rival. Muy bien plantado en el campo y con transiciones rápidas, los visitantes lograron con la mitad de la posesión generar el doble de peligro. Ayesa se estiró cual felino para solventar un centro chut de Victor Navarro y en una de sus múltiples contras Valín debió agarrar al rival para evitar que se plantase solo ante la meta soriana. En conclusión, unos 45 minutos donde el Numancia mandó sin peligro y donde los visitantes probaron fortuna sin obtener el premio gordo.

En la segunda mitad fue el Atlético Baleares quien disfrutó de más balón y buenos acercamientos en los primeros instantes. Los rojillos supieron reponerse, pero el partido había cambiado y lo que era orden en la primera mitad se convirtió en un tira y afloja sin grandes ocasiones, pero en el que el esférico iba de un área a la otra con una facilidad pasmosa.

Para intentar aprovechar ese momento loco del partido, Iñaki Bea metió en el campo a dos de los grandes baluartes del vestuario. Con Cotán y Tamayo los rojillos daban un paso adelante y mandaban el mensaje de ir a por el partido. La asociación de jugadores de calidad en la frontal del área siempre es buena manera de generar ocasiones.

Los cambios del míster dieron resultado y los rojillos disfrutaron de algunas ocasiones claras. Se pidió un penalti sobre Tamayo, Rubén Mesa estuvo a punto de romper las tablas con un remate acrobático y Valin probó fortuna desde lejos. Subía enteros el Numancia, que se lanzaba con todo a por la victoria contra el crono.

Los últimos 10-15 minutos fueron de auténtica locura, con varias ocasiones rojillas. Pese a ello fue Atlético Baleares quien logró mandar el cuero al fondo de las mallas, aunque el juez de línea levantó el banderín por fuera de juego de Tropi. Los rojillos pidieron penalti sobre Tamayo que fue un auténtico revulsivo con varios centros de gran calidad que no encontraron remate.

Y así se le fueron escapando los minutos entre los dedos al Numancia, que no logró ver puerta. Una vez más, a los de Bea les penalizó la incapacidad para hacer gol. Empate a 0 ante uno de los últimos de la categoría que deja a los sorianos sin margen para el error si no quieren descolgarse del amplio pelotón de equipos que buscan un puesto en los playoffs de ascenso. La próxima semana, el sábado en Donisti ante uno de esos equipos, la Real Sociedad B.