Una elaboración precisa, mucho cuidado con el hojaldre y perderle el miedo a hacerla en casa.
Mantequilla, hojaldre, azúcar, huevo… Las mejores cosas de la vida están hechas con los ingredientes más simples y la costrada de Soria es, sin duda, una de ellas. Sin embargo, este delicioso postre se resiste todavía en las cocinas de muchos particulares, que optan por comprarla en las mejores pastelerías de la provincia por la dificultad de su elaboración.
Como parte de las Jornadas de la Costrada, un taller ha puesto este postre en el centro de las elaboraciones de los alumnos del ciclo de panadería, confitería y pastelería. En él, dos maestros pasteleros han desvelado todos sus secretos para darle el toque perfecto a este postre tradicional.
Aunque “todo se puede resistir”, lo más importante de esta elaboración son sus cimientos. Por ello, es imprescindible un buen mezclado de la mantequilla con la masa, para desde ahí empezar a dar bien las vueltas y formar un hojaldre correcto “que se deshace en la boca", el gran ‘secreto’ de este postre. “Si haces mal un hojaldre no te sube bien, no te lamina bien… con el hojaldre se necesita una buena en todo momento”, explican.
Desde el principio hasta el final, en el caso de la costrada la precisión importa y en todos sus pasos, la elaboración tienen que ser “lo más perfecta posible”. Para dominarla del todo, hacen falta “años de experiencia”, aunque los profesionales creen que este postre debería dejar de estar vetado en las cocinas de los sorianos. “El hojaldre tiene lo suyo, pero podemos hacer cantidades pequeñas, no hace falta amasadora, con rodillo y práctica todo se puede. Si te gusta la pastelería, hay que probar”, aseguran. Todo, por poner en valor este postre que, por unas cosas o por otras, siempre está en boca de los sorianos.