"El buen periodismo no puede competir con Twitter"

Este fin de semana tenía lugar en la capital soriana la Asamblea General del Colegio Profesional de Periodistas de Castilla y León, que estaba encabezada por el decano, Pedro Lechuga Mallo. Entre las conclusiones comenta para Soria Noticias algunos de los retos a los que tanto los medios de comunicación como los propios periodistas se enfrentan en este momento y de cara al futuro.

Para Lechuga, el auge de las redes sociales y las informaciones que son vertidas a cada instante han de espolear a los periodistas a ser quienes deben ayudar a combatir lo que se viene en denominar como fake news. Por eso, se hace preciso "ayudar a la ciudadanía, a las instituciones y a las administraciones a saber diferenciar qué es un medio de comunicación de lo que no lo es".

La credibilidad es la herramienta que la profesión debe de utilizar para "luchar contra los ataques externos" que sufre la profesión, y por ende, el producto que brinda a la sociedad. Enemigos son el intrusismo y la precariedad laboral, eso sí, sin sortear la "autocrítica" y apoyarse en el "código deontológico para diferenciar lo que no es periodismo".

"Somos un servicio esencial y nos lo tenemos que creer", recalca, siendo que la labor del periodista requiere "un gran rigor y una gran pofesionalidad".

Con elocuencia, se refiere a la situación laboral, no duda en hablar de la precariedad en la que se hallan estos profesionales, que padecen de condiciones en las que sus servicios "son interminables" bajo unas condiciones económicas "paupérrimas", de ahí la dificultad de "sacar adelante y bien el trabajo". Son consecuencias de la reducción de medios informativos y el afán de "conseguir tráfico" de usuarios en los que todavía se mantienen dichos medios. De ahí que el futuro de la actividad "pasa por apostar por el periodismo de rigor y alejarse del ruido que crean las redes sociales. No podemos competir con Twitter".

Insistiendo, Lechuga remacha que este trabajo "requiere tiempo" pero los actuales canales informativos no dejan espacio "ni para pensar". Sin embargo, "los medios informativos y los periodistas hemos querido ir a la misma rapidez, y esa velocidad es imposible hacer periodismo". Sumando en esta afirmación incide: "Nos han querido vender desde fuera que lo nuestro lo puede hacer cualquiera, y no es así".

También afea las declaraciones de los representantes políticos quienes durante la pandemia alabaron la labor periodística a la que se calificó entonces como de "servicio esencial", pero ahora, aquellas declaraciones "no se traducen en la realidad del día a día", con ruedas de prensa donde a los profesionales de la información no se les contesta debidamente, sino con declaraciones que no responden a las preguntas formuladas. "Lo que no puede ser es la falta de respeto cuando a un compañero se le contesta con algo que no tiene nada que ver con la pregunta que se le ha hecho. Es inaceptable", dice. Y además, hay "señalamientos" a periodistas por parte de los representantes públicos cuando son cuestionados con asuntos que no son de su agrado. "Es nuestro trabajo", lamenta.

Ejemplificando este tipo de hechos, el que también es cabeza de la Red de Colegios Profesionales de Periodistas a nivel nacional, trae el hecho de los ya más que conocidos yotubers, quienes "hacen preguntas cómodas, pero no los periodistas, que no están para hacer preguntas incómodas al entrevistado".

"Somos seres humanos, tenemos nóminas, hipotecas y los grandes poderes lo saben. Al final tenemos que pasar por ciertos peajes, complicados", admite, abogando por la unidad en el gremio y por "recuperar los orígenes de esta profesión, si no, en el futuro, no tendrá sentido", concluye.