Somos pocos, no menos

PSOE y PP actúan como dos enormes ruedas de molino girando en direcciones opuestas para triturar el grano que hay entre ambas. En la periferia de ambos partidos mayoritarios, actuando como acelerantes y multiplicadores de la extrema tensión a la que se está sometiendo a las instituciones públicas y a la propia sociedad española, está la ultra-derecha -por un lado- y enfrente, al otro lado, el ruidoso cóctel de los separatistas y los seudodemócratas de podemos e izquierda unida que defienden la democracia en España que se defiende sola y no en aquellos países totalitarios donde gobiernan sus congéneres, llámese Venezuela, Cuba...

La historia reciente de la democracia española, pese a la epopeya de la Transición, está resultando triste y peligrosa, precisamente por la laminación a la que se viene sometiendo desde la renacidas trincheras seculares a las posturas ideológicas en las que prime la razón, el sentido común, la gestión escrupulosa y eficiente de las administraciones públicas y de sus recursos, el respeto a la propiedad privada y a la libertad individual y el interés general, principios que solo representa Ciudadanos.

En Soria, no nos libramos tampoco los de Ciudadanos de ataques, vejaciones, escraches y traiciones. Tan muertos y enterrados nos suponía la inválida derecha de siempre, y la arrogante y sobrada izquierda de boquilla que cada una por su lado no han cesado de enredar y maniobrar para desactivarnos, reclutando traidores y estrangulando al Grupo Político municipal de Ciudadanos. Abrimos las puertas de Ciudadanos, ante las próximas elecciones locales del 28 de mayo, a todas las personas de buena voluntad que quieran cooperar con nosotros en devolver a las instituciones públicas su dignidad.