El central ha sido el encargado de anotar el único tanto del encuentro al poco de arrancar los segundos 45 minutos.
El Numancia ha sumado esta mañana en Lezama una victoria esencial para evitar meterse en problemas en este final de temporada. Después de una racha de seis encuentros sin conocer el triunfo, los sorianos han logrado los tres puntos, cogiendo una auténtica bombona de oxígeno, gracias a un gol de Fer Román al poco de comenzar la segunda mitad.
No obstante, conseguirlo no ha sido nada fácil. Los rojillos, hoy vestidos completamente de azul, han salido al duelo, manteniendo la línea defensiva de cinco, pero con varios cambios en la parcela ofensiva. En ese sentido, Iñaki Bea, intentando regresar a la senda del gol, ha puesto en liza a Iñigo Muñoz y a Mario Barco.
Con ese contexto, ha comenzado un encuentro en los que los locales han iniciado, ejerciendo una presión alta que dificultaba la salida de balón de los numantinos. No obstante, los de Pallarés, a pesar de gozar de la posesión, tampoco han sido capaces de generar peligro en los primeros minutos.
De esa manera, ha ido avanzando un choque en el que la primera oportunidad ha caído del lado visitante. Un centro desde banda izquierda ha llegado a un segundo palo en el que esperaba Carrillo. Este no se lo ha pensado y ha probado suerte, obligando a Padilla a intervenir con una buena estirada. Seguidamente, tras esa oportunidad, los jóvenes leones han despertado, pudiendo adelantarse hasta en dos ocasiones.
Primero, Izeta se ha plantado solo delante de Ayesa. Empero, su disparo ha salido muy mordido, facilitando al arquero detener el chut. Posteriormente, Adu Ares, el jugador más desequilibrante de los vascos, ha levantado a los aficionados de sus asientos con un latigazo que ha golpeado en un defensor soriano, chocándose finalmente en el palo derecho de la portería.
Así se ha llegado a unos minutos finales en los que Mario Barco se ha retirado del terreno de juego, entrando en su lugar Rubén Mesa. Con esa sustitución, se ha alcanzado un intermedio que ha venido mejor al cuadro de Iñaki Bea. Tras la reanudación, Bonaldo, con una buena conducción, ha finalizado jugada con un zapatazo que se ha marchado muy cerca de la meta rival.
Esa ocasión serviría de aviso para lo que llegaría pocos minutos después. Fer Román, aprovechándose de un pase desde línea de fondo, ha roto la sequía goleadora del Numancia con un disparo colocado que se ha colado en la meta de un Padilla que no ha podido hacer nada para evitar el único tanto de la mañana.
Con ese gol, el cuadro rojillo ha dejado el protagonismo del partido a un Bilbao Athletic que ha disfrutado de varias oportunidades para poner las tablas. Entonces, ha aparecido un Ayesa, salvador, una vez más, sacando varias manos espectaculares. El portero, cedido por la Real Sociedad B, ha aparecido cuando más se le necesitaba, deteniendo en primer lugar un remate en propia de Gorka Pérez.
Al rato, y tras un lanzamiento al palo de los cachorros del Athletic, el cancerbero donostiarra ha vuelto a deslumbrar con una intervención milagrosa en el 90, frente a un disparo a bocajarro de los locales. De esa forma, y con un Tamayo que ha leído perfectamente los últimos minutos, parando el juego y llevando el balón a campo contrario, se ha alcanzado el final del encuentro.
Con estos tres puntos, el Numancia, y su afición, que no ha dejado solo a su equipo en un desplazamiento más, coge una auténtica bombona de oxígeno, alejándose de la zona de descenso al infierno de Segunda RFEF.