Desde la entidad aseguran que sus estanterías están "más vacías que nunca" y el número de usuarios no para de crecer.
Los más necesitados siempre acaban pagando los platos rotos de la economía y en este momento no iba a ser distinto. La coyuntura actual, de inflacción en todos los ámbitos de la vida, está afectando especialmente a los que menos tienen y en el Banco de Alimentos de Soria la situación comienza a ser desesperada.
Desde la entidad aseguran que sus estanterías están "más vacías que nunca" y el número de usuarios "no para de crecer". En estos momentos se atiende a unas 1.200 personas, 200 más que hace un año. Además, puntualizan, "las subvenciones no nos dan de sí y los alimentos cada vez están más caros".
Las ayudas no abarcan la necesidad existente y también sufren recortes. "Antes recibíamos 3 entregas del gobierno y ahora nos han anunciado que llegarán solo dos y lo harán sin leche y sin aceite", explican.
Por todo ello, la solidaridad de los sorianos se ha tornado imprescindible y gestos como el del Soria Rock resultan vitales. El festival mantiene la iniciativa de otros años e intercambiará donaciones por consumiciones. La organización recuerda que también se podrán realizar aportaciones económicas.
Jesús Bárez, concejal de cultura, anima a los rockeros a ser previsores y "emplear el dinero que se ahorran comprando la entrada anticipada en echar una mano a aquellos vecinos que necesitan un empujoncito".
Entre las peticiones hay una que destaca por encima del resto. "Necesitamos leche de cualquier tipo", afirman desde el Banco de Alimentos de Soria.