La A-62 registra 18 muertos en el mismo periodo, pero cuenta con una intensidad de tráfico tres veces superior
La urgencia de acelerar el eterno desdoblamiento de la N-122 se está convirtiendo en algo más que una necesidad acuciante. Solo basta mirar a los registros de siniestralidad para darse cuenta que esta carretera, tanto en el tramo comprendido entre Valladolid y Soria, que también atraviesa parte del sur de provincia de Burgos, como los setenta kilómetros entre Zamora capital y la frontera con Portugal, se ha convertido en una vía más letal de Castilla y León: 14 fallecidos en los últimos tres años.
No obstante, la vía que acumula un mayor número de víctimas mortales en la Comunidad es la A-62, que entre 2019 y 2022 sumó 18, concentrados especialmente en los tramos entre Fuentes de Oñoro y Martín de Yeltes, en la provincia de Salamanca, y entre Valladolid y Tordesillas, aunque hay que tener en cuenta que la intensidad de tráfico de la A-62 triplica de media a la que se registra en la N-122.
En tercer lugar aparece la A-66 (Zamora, Salamanca y León), con once fallecidos, por delante de la N-120 (Burgos, Palencia y León) con diez muertos, la mitad en la provincia de León, y la A-6, con nueve. La A-1, sumando el tramo de la AP-1, suma siete, uno más que la N-234 (Soria y Burgos) y la N-110 (Ávila y Segovia). Después, con cinco, se encuentra la N-601 (Segovia, Valladolid y León).
Pero a la larga lista negra de la N-122, hay que sumar los tres fallecidos que se acumulan en lo que va de año. El siniestro más grave ocurrió el día 14 de enero a la altura de la localidad soriana de Golmayo, donde dos camioneros, de 59 y 60 años de edad, fallecieron después de que los vehículos que conducían colisionaran frontalmente. Además, a finales de marzo un accidente registrado en el kilómetro 486, en el término de la localidad zamorana de Muelas de Pan, se saldó con un fallecido tres heridos al volcar un turismo.
Pero no solo los datos de accidentes mortales certifican la peligrosidad de esta vía. Un tramo de la N-122, cerca de Ágreda (Soria) y del límite autonómico con Aragón, fue el pasado año el punto de Castilla y León con el índice más elevado de riesgo, según el informe que anualmente elabora el Real Automóvil Club de España (RACE) y en el que se tuvo en cuenta la siniestralidad del periodo 2019-2021.
En este índice de riesgo, que tiene en cuenta la cifra de accidentes, de fallecidos y heridos de gravedad, así como la frecuencia diaria de vehículos, además del tramo de Agreda, en la cuarta posición también aparece otro cerca de la localidad de Trabazos (Zamora), también en la N-122.
Aunque en el 1993 la Junta lo declaró “prioritario”, no fue hasta 1997 cuando arrancó el proyecto de la autovía A-11 con el principal objetivo vertebrar de este a oeste Castilla y León y facilitar el transporte por carretera entre Francia y el norte de Portugal. Sin embargo, nada de esto ha servido para acelerar unos trabajos que se han enquistado en distintos puntos de la Comunidad y que han terminado con la paciencia de los municipios afectados. 26 años después y ocho gobiernos de dos signos políticos, sólo se han puesto en servicio 182 kilómetros de los más de 400 de esta vía.
Pese a las múltiples quejas, manifestaciones y sobre todo, incidentes, la conversión en autovía de esta carretera sigue siendo una quimera. Desde uno de los organismos más reivindicativos, la plataforma ‘A-11 Pasos’, de Peñafiel, se denuncia que a pesar de ser una vía que los expertos consideraron estratégica hace 30 años, el problema radica en que atraviesa una zona de “baja densidad de votos” .
Alfredo Molinero, uno de los portavoces de esta plataforma, explica que al margen de estar ante el incumplimiento fragante de una promesa electoral que se viene repitiendo desde hace casi treinta años, el principal factor que impulso la puesta en marcha de la plataforma es la peligrosidad de la travesía de Peñafiel y el “riesgo que tenemos que correr los que diariamente utilizamos esta carretera”.
Además, Molinero lamenta que la peligrosidad e incomodidad de la N-122 es una demostración más del abandono de las zonas rurales. “Qué trabajador de Valladolid o Aranda va a querer establecer su residencia en los pueblos ubicados a los lados de la N-122 y tener que enfrentarse todos los días al riesgo y la incomodidad de esta peligrosa carretera”, se preguntó.
Según datos facilitados desde la Delegación del Gobierno, en los últimos tres años han fallecido en las carreteras de la Comunidad 293 personas. Por provincias, en cabeza se sitúa León con medio centenar de víctimas mortales, por delante de Burgos, que suma 43 y de Valladolid con 38. En el extremo opuesto figura Palencia, con 18. En Salamanca se registraron 33 fallecidos, 31 en Zamora, 25 en Ávila, 28 en Soria y 27 en Segovia.
En la actualidad el Ministerio realiza obras en casi 44 nuevos kilómetros de A-11, vía que el pasado año solo sumó los 16,2 kilómetros del tramo entre el enlace de Santiuste y Venta Nueva, en Soria, obras que se adjudicaron en 2009. El siguiente tramo que entrar en vigor será el de El Burgo de Osma-San Esteban de Gormaz, también en la provincia soriana. Sus 9,2 kilómetros están previsto que entre en funcionamiento antes del 30 de septiembre.
Los trabajos también avanzan lentos en los dos tramos de Valladolid, el de Olivares de Duero-Tudela, cuyas obras se iniciaron hace tres años, en diciembre de 2019, y el de Olivares de Duero y Quintanilla de Arriba, que arrancaron en noviembre de 2020. Por otra parte, el tramo de la variante de Langa a Aranda de Duero, que vio como se anulaba un contrato firmado en 2008 por 65 millones en 2008, cuenta ahora con un nuevo proyecto que contempla una inversión de 166,8 millones para 22,3 kilómetros. Está previsto que sea licitado este verano.
Por otra parte, el pasado 5 de abril el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana aprobó de manera definitiva el proyecto de construcción del tramo San Martín del Pedroso con la frontera portuguesa de la autovía A-11. Un tramo que tiene una longitud de poco más de kilómetro y medio y que se ubica en el término municipal de Trabazos. El tramo comienza en el enlace de San Martín del Pedroso y finaliza en la frontera con Portugal en el Puente Internacional sobre el Río Manzanas y contempla la ampliación a autovía de la actual N-122.
Fuente: Agencia ICAL