El amplio mosaico de anfibios y reptiles de Soria está en peligro

Gracias a la asociación AMAR Soria tenemos conocimiento de la publicación en la revista científica 'Boletín de la Asociación Herpetológica Española, BAHE nº 33, 2022' de un extenso artículo sobre la distribución y estado de conservación de los anfibios y reptiles de la provincia de Soria. Un estudio que actualiza, mejora y amplía los datos conocidos del anterior atlas herpetológico, publicado a mediados de 1990.

Manuel Meijide, presidente de la asociación 'Amigos de los Mamíferos, de los Anfibios y de los Reptiles' de Soria, comenta que los atlas faunísticos son una herramienta funcional indispensable que "nos informa sobre la distribución de las especies de un lugar geográfico determinado y nos ayuda a valorar y conocer el estatus de las mismas, el estado de conservación, las amenazas, los rangos altitudinales o bioclimáticos, el comportamiento ecológico, el hábitat o la interacción con otras especies".

Este estudio se ha basado en los más de 20.000 registros que tienen los autores sobre las especies de herpetos que habitan la provincia, constatando la existencia de 37 especies autóctonas: 12 anfibios (4 urodelos y 8 anuros) y 25 reptiles (2 quelonios, 14 saurios, 1 anfisbénido y 8 ofidios). También han incluido 10 especies alóctonas y especies exóticas invasoras (8 quelonios, 1 saurio y 1 ofidio).

Estos resultados reflejan que Soria tiene un amplio y diversificado mosaico de anfibios y reptiles, de considerable interés faunístico y con poblaciones muy importantes para algunas de las especies presentes, lo que confiere a Soria un rango elevado de herpetos dentro de la Iberia continental. Algunas especies alcanzan en la provincia sus límites más meridionales, por lo que son especies que deberían tener una protección más estricta, mientras que otras pueden considerarse raras o escasas en gran parte de la comunidad de Castilla y León.

"La particularidad de este extenso trabajo es que ha ayudado a realizar una Lista Roja soriana que detalla específicamente el estado de conservación y las amenazas de las especies que habitan la provincia, basada entre otras cosas en las observaciones y conocimientos que hemos anotado de estos animales en los últimos 30 años y siguiendo los criterios del Libro Rojo de los anfibios y reptiles de España, de la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y del Catálogo Nacional de Especies Amenazadas", afirma Meijide.

Manuel Meijide señala que, en general, los anfibios se encuentran en peor estado de conservación que los reptiles, sobre todo algunas especies concretas en los que su descenso poblacional se ha vuelto vertiginoso en ciertas áreas, rozando la extinción en algunos casos y que entre los reptiles cabe destacar la escasa presencia de galápagos y la gran mortalidad de culebras por parte del hombre, víboras sobre todo (en una valoración inicial estimamos que mueren más de 500 víboras anualmente), por lo que sería muy conveniente elevar las categorías de amenaza de especie, aunque Castilla y León carece de un catálogo regional de especies amenazadas.

AMAR Soria apunta que las amenazas detectadas en este estudio y que influyen negativamente sobre este grupo faunístico son principalmente: la destrucción de hábitats por las roturaciones, la presión ganadera, los incendios, la creación de parques de energía verde y el urbanismo progresivo; la contaminación, los vertidos sin tratamientos, el uso de productos fitosanitarios, la mala gestión de abonos químicos y orgánicos, la presión humana en las zonas turísticas, el comercio de mascotas y la introducción de especies alóctonas y su relación con enfermedades trasmitidas por virus, hongos o bacterias, las colonias de gatos domésticos, el abandono de las prácticas tradicionales del campo, los atropellos y la persecución directa por parte del hombre.

Estas agresiones merman y afectan considerablemente a las poblaciones de estos animales ocasionando el deterioro irreversible de muchas zonas con alto valor herpetológico, por lo que no estaría de más realizar un plan de conservación y restauración de todos estos entornos o estudios de impacto ambiental adecuados e intentar redactar un plan de conservación de especies con medidas efectivas de protección y recuperación de las poblaciones, así como, campañas de educación ambiental. No debemos olvidar que toda esta fauna se encuentra estrictamente protegida.