Desde ASAJA piden al Gobierno un plan de choque inminente para ayudar a los sectores más afectados.
Cientos de agricultores y ganaderos se han reunido en el Campus Duques de Soria para celebrar la Asamblea General de ASAJA. Durante el acto, Carmelo Gómez ha anunciado que dejará la presidencia, tras 16 años haciéndose cargo de la Asociación en Soria. Tras cuatro Asambleas sin movimiento, toca dar el relevo a una nueva Junta Directiva compuesta por sus 16 miembros, presidida por Ana Pastor. Un hecho histórico debido a que es la primera vez que una mujer coge el mando de la Asociación. “Solo hemos tenido una única candidatura para coger la presidencia, pero es una persona muy válida y que está muy involucrada con el campo”, ha comentado Gómez.
En cuanto al balance que realiza de los años que ha estado al mando “me quedo con lo positivo. Lo mejor han sido los compañeros, y la gente que me ha apoyado tanto en lo personal como en lo laboral en todo momento”. Además, ha recalcado que durante este más de un quindenio ha luchado con las administraciones, donde algunas veces han conseguido lo que quería y otras no, pero siempre ha intentado mantener una relación cordial con todas y cada una de ellas.
El presidente de ASAJA de Castilla y León, Donaciano Dujo, ha aprovechado la ocasión para agrader tanto su amistad como la labor que ha realizado Carmelo y a todo su equipo durante todos estos años pues “ha sido un referente reivindicativo en el tema sindical, en el conjunto de Castilla y León y en el conjunto de España”, ha afirmado.
Durante la reunión, como cada año, se han presentado las cuenta y el balance sindical. Un acto en el que tampoco han faltado el presidente nacional, Pedro Barato, el secretario general del Ministerio de Agricultura, Fernando Miranda, la presidenta de Confederación Hidrográfica del Duero, María Jesús Lafuente, la Delegada del Gobierno, Virginia Barcones, y la delegada de Agroseguros, Mari Luz Cano.
Debido a la falta de lluvias que azota la Comunidad Autónoma, en torno al 75% de las cosechas de secano se han echado a perder. Una situación preocupante porque “estamos ante un año catastrófico para España y para Castilla y León”, ha afirmado Dujo. Incluso, se ha puesto de manifiesto que en muchas de las cosechas la situación es tan grave que ya no tiene solución, mientras que en otras, si las lluvias fuesen abundantes y eminentes, se podría salvar una pequeña parte.
Una situación que a los agricultores les recuerda al panorama que vivieron en 2017. Desde aquel entonces han pasado 6 años, de los cuales “4 han sido malos con dos años fatales”, ha afirmado el presidente de ASAJA Casilla y León. Con estos datos puede que “para el 2023 la cosecha ronde entre los 2,5M y 3M de toneladas de cereal, frente a la media autonómica que se encuentra sobre los 6,3M”, esto supondría que más de la mitad de la cosecha se ha dado por perdida por la falta de lluvias durante el pasado mes de abril, pero además por “las heladas y las altas temperaturas que se han registrado”.
Unas cifras calamitosas, sobre todo si se tiene en cuenta que durante este año los costes de producción han sido los más altos, “esto ha hecho que muchas explotaciones se encuentren en un precipicio económico, al borde de la ruina”.
Por su parte, el presidente nacional ha manifestado que esta situación tan preocupante también se extiende a la ganadería extensiva, debido a que “no hay paja ni forraje para alimentar a las cabezas de ganado”. Se trata de un problema de gran magnitud que “ya no aguanta baches” debido a que comenzar la campaña en septiembre va a resultar muy complicado. “Yo he tenido conversaciones con el Gobierno y quiero manifestar que se dejen de historia porque el campo español necesita un plan de choque urgente en ayuda directa inmediatas para los sectores más afectados”, ha afirmado.
Ante este panorama, desde ASAJA piden que la Consejería de Agricultura de la Junta que haga de manera inmediara una declaración de sequía de la comunidad. Además, solicitan al Estado que se una a la administración autonómica para reivindicar ayudas a la Unión Europea para paliar la situación.