En Duruelo de la Sierra, el objetivo principal de PP y PSOE es rebajar la tensión acumulada durante los últimos cuatro años.
Duruelo de la Sierra encara las elecciones del próximo 28M con la esperanza de que supongan un punto de inflexión en el municipio. Un terremoto político sacudió la localidad al comienzo de la legislatura, y las réplicas han sido constantes hasta prácticamente el final de la misma. En las calles se evidencia el hastío ante los incesantes cruces de acusaciones entre equipo de gobierno y oposición. Cristina Rubio, portavoz del PP en Duruelo, critica el “caciquismo” y la falta de transparencia en temas tan “sensibles” como la gestión de la residencia de mayores. Por su parte, Alberto Abad, alcalde saliente y líder del PSOE, considera “sucia” la estrategia de “desgaste” que ha encabezado Rubio. No obstante, ambos hacen propósito de enmienda y bajan las armas para encarar la campaña.
Abad y Rubio repiten como alcaldables este 2023. Son dos candidatos con experiencia demostrada, acumulan entre los dos 20 años como concejales (12 y 8 respectivamente), y también saben lo que es trabajar en Diputación. Son las caras reconocidas de dos listas renovadas casi en su integridad. El PSOE ha apostado por la “juventud” para darle “aire fresco” al Consistorio, y el PP afirma que ha buscado “energía emprendedora” para combinarla con la “sabiduría” que dan los años.
Junto a estos dos equipos encontramos otra lista más que llamativa. Vox ha tirado de ‘paracaidistas’ para intentar arañar votos que sirvan a sus intereses en la institución provincial. En el pueblo nadie reconoce a Borja Villalba, tampoco el nombre de las otras diez personas que componen la lista.
Se criticó la construcción del Mirador de Castroviejo, la adjudicación de la Vía Ferrata, el ascenso en la retribución del alcalde, la forma de contratación de varios empleados públicos...; pero el cambio en la gestión de la residencia ha sido, sin duda, la decisión más polémica de las que se han tomado durante la última legislatura.
Abad defiende su postura y asegura que “había que actuar para salvar 24 empleos”. Insiste en la “buena salud” de una residencia ocupada al 100%, y puntualiza que “los estatutos de la Fundación que la gestiona no han cambiado, solo los miembros”.
Rubio afea que, en una residencia que “se pagó con dinero público”, ahora “se abone el sueldo de dos gerentes”. Garantiza que, de gobernar, intentará “restituir la situación anterior” porque “no vamos a consentir la doble gerencia ni que los residentes, por buscar la rentabilidad económica, vean menoscabada su asistencia”.
Los reproches al equipo de gobierno se han sucedido, pero el alcalde saliente presume de gestión y lo argumenta con una cifra: 7 millones de euros. Este es el montante total de las subvenciones que han llegado a Duruelo durante los últimos cuatro años. El Plan de Sostenibilidad Turística, en el que se encuadra el proyecto ‘KM. 0 del Duero’ es la joya de la corona. Gracias a él ya han llegado al municipio pinariego 1,3 de los 2,18 millones totales que ha comprometido el Gobierno de España.
Lo complicado será desarrollar y justificar un proyecto que todavía está en pañales. Abad alerta que, de materializarse un cambio en el Ayuntamiento, pueden peligrar los fondos. Rubio tranquiliza: “Aportaremos el plus de garantía y de calidad de tener transparencia y conocimiento de la gestión”.
El PSOE tiene claras sus bazas para los próximos cuatro años. Su apuesta por el turismo se mantiene firme y, además, se potenciará la vivienda y el desarrollo empresarial. Abad afirma que existen contactos “muy avanzados” de cara al establecimiento en el municipio de una empresa de biodiésel. Para contribuir al asentamiento de población y favorecer el retorno de los jóvenes, se solicitará a la Junta de Castilla y León la construcción de 22 viviendas de protección oficial.
El PP pone el foco en la recuperación del “hasta ahora abandonado” polígono industrial. Rubio es optimista respecto a una “reconversión del sector del mueble”, y promete un apoyo “decidido” en este sentido. Una primera línea de trabajo serán las bonificaciones fiscales para que Duruelo sea “atractivo” para las empresas, y a las familias “no les resulte caro” residir en el pueblo.