La entidad soriana financia la instalación de sistemas en la comunidad de Colquencha.
La Fundación Pedro Navalpotro ha financiado la instalación de sistemas de recolección para la captación de agua de lluvia, como estrategia para mejorar la seguridad alimentaria de familias que componen la asociación de mujeres AEMPAC, en la comunidad de Colquencha en Bolivia”.
El acceso de agua para el riego de cultivos en Walipinis, en la comunidad de Colquencha, está supeditado a las lluvias, sumado a la carencia de reservorios o tanques de agua dificulta el aprovechamiento del líquido elemento.
Objetivos
El proyecto contempla la instalación de tecnologías alternativas para el acopio de agua de lluvia para uso agrícola, con lo que se mejorara la seguridad alimentaria de 30 familias que viven en la comunidad de Colquencha.
De este modo se asegura la disponibilidad de riego para la producción para la producción de hortalizas dentro de los walipinis, que son huertos en invernaderos situados bajo el nivel del suelo. Así, se verá incrementada la producción de hortalizas, mediante el eficiente aprovechamiento del agua recogida.
De paso, los ingresos económicos de las familias productoras aumentarán al ser optimizarado el rendimiento de la producción agrícola.ç
Otro de los puntos que el proyecto contempla es el de fortalecer la participación de la mujer dentro del sistema económico familiar, al ser protagonista en la provisión de alimentos para sus familias. Las féminas participarán también en el proceso de producción de las hortalizas, como en la etapa de comercialización de las mismas. Ellas se encuentran motivadas para mejorar la dieta alimenticia de sus familias, especialmente de los niños y, además, se ha conseguido mejorar la autoestima y el empoderamiento de las beneficiarias.
En total son 30 tanques de agua con sus respectivos accesorios, para la dotación de riego al interior de los huertos a la vez que han sido instalados otros tantos sistemas de acopio de pluviales mediante canaletas que recogerán el agua caída sobre las cubiertas de los invernaderos.
Cada depósito tiene una capacidad de 450 litros y, el asegurar el riego, el sistema podrá diversificar la producción de hortalizas, y de paso, se ha logrado mitigar los cambios climáticos con la implementación del nuevo riego.
Con la diversidad de cultivos y en aumento de la producción el proyecto ha contribuido a que las familias consuman verduras y hortalizas en su alimentación diaria, lo que mejorará la vida sana de aquellos habitantes, punto este en el que han sido aplicadas pequeñas innovaciones tecnológicas, para la producción de sus propios alimentos.
Manejo optimizado del agua
Además de aplicar un mayor valor al agua, se hace de esta un manejo optimizado de las reservas en lo que es el rendimiento de las parcelas, donde por otro lado, han sido introducidas hortalizas con bajos consumos hidrícos. Junto a ello, se han reducido los costos de producción y se multiplicado la rentabilidad de la producción agrícola, de tipo intensivo, ya que los walpinis ofrecen condiciones favorables para el desarrollo de las plantas que lleva a producir un mayor volumen de alimentos en un menor espacio.
"Con la implementación de nuestro proyecto estamos mitigando el hambre y estamos mejorando la seguridad alimentaria y la calidad de vida de nuestras familias beneficiarias", concluyen en la fundación.