La quinta columna de Patxi Irigoyen para Soria Noticias.
Casi no nos ha dado tiempo a digerir el resultado de las elecciones locales. Con el recuento incluido por varias veces para que cambien los resultados en la diputación de Soria. Con el tumbo de unos partidos políticos, el éxito de otros, y la incertidumbre de quienes se miran pensando que ellos también tenían que haber cambiado de voto. Pero todo no puede ser. Lo más importante queda, cierto es, por hacer. Ahora empieza la etapa de promover lo que prometen, y de conseguir gestionar, que para eso elegimos, mirando siempre el bienestar general.
Cuando alguien considera que éste es el tema del mes, o del año, yo creo que se equivoca. Porque, muchas veces, lo más importante pasa por ser lo más pequeño. Porque suele ser un error mirar el montón sin ver los granos. Porque a base de lo pequeño se hace lo grande. Porque, sin duda alguna, lo más importante es que seamos capaces de ver, hablar, dialogar y decidir. Y en ello, precísamente, no destaca nuestra actual clase política española. Ninguno de los dos partidos políticos grandes se han alineado nunca -o casi- en un mismo sentido, aún pensando en la globalidad. Me hace gracia cuando hablan de ello. Me repugna la hipocresía de quienes se tiran los tratos unos a otros, cuando antes fueron otros a unos.
Pero, esta vez, amigo lector, quería contarte otra más pequeña y más gorda. Más insignificante económicamente pero más relevante en la realidad. El personal sanitario de nuestros hospitales (Virgen del Mirón y Santa Bárbara), tienen que comprarse los bolígrafos, los marcadores, los imanes, e incluso las tijeras con que cada día trabajan y que cada día necesitan.
Sé que es difícil de creer. Incluso habrá quien diga que el escribiente no puede estar en lo cierto. Imagino que, amén de todo ello, alguien dirá que la inventiva mía está por encima del bien y del mal. Os sugiero, si os atrevéis, a formular la pregunta al conocido de turno que trabaja en el SACyL y que todos tenemos en nuestro entorno.
Comprar material fungible siempre es cuestión de administración; controlar el gasto corresponderá a la Gerencia; velar porque el personal tenga las condiciones laborales adecuadas para su trabajo es responsabilidad de la máxima autoridad.
No sé a quién le corresponde, pero sí a quienes afecta. A aquéllos que, día a día, se afanan en proteger nuestra salud. A quienes les incumbe devolvernos lo que de vez en cuando no tenemos. Independientemente de la hora, el día o el mes. Eso sí: se tienen que comprar lo que utilizan para el trabajo: unos bolígrafos, unas tijeras, un imán….