Siete novillos en una ‘Comprilla’ vibrante que ha respetado la lluvia

Valonsadero ha acogido esta mañana ‘La Comprilla’ después de que la lluvia pusiera en jaque mate a este evento. Tras la tormenta de esta madrugada, que ha encharcado numerosos puntos del monte, el alcalde y concejal de festejos, Carlos Martínez, se ha reunido con los jurados, los Amigos de la Saca y las peñas para decidir si finalmente se llevaba a cabo dicho festejo.

Después de minutos de mucha incertidumbre, sobre todo entre los centenares de personas que ya se encontraban en Cañada Honda, se ha tomado la decisión de seguir adelante con los actos. Así, con media hora de retraso, ha arrancado un encierro que ha respetado la lluvia. Al mismo tiempo, los termómetros han dado un respiro, marcando temperaturas por debajo de los 30 grados, evitando el calor sofocante.

Con este contexto, siete novillos han entrado. El primero por el flanco conocido como el ‘embudo’. Seguidamente, el segundo por la puerta principal, antes de que se dieran varios intentos fallidos. Posteriormente, otros dos se han introducido también por el ‘embudo’ en los instantes previos a que llegará la ovación de la matinal. Esta se la han llevado unos mozos que han citado al toro durante 40 metros, para que finalmente este fuera encerrado tranquilamente. De esa forma, los astados han ido sucediéndose a lo largo de dos horas hasta llegar a siete.

Por otro lado, los cinco que faltan pasarán a los corrales de abajo. Luego, serán metidos en camiones para subirlos al lugar donde serán los protagonistas esta tarde. Con todo ello, cabe destacar que las reses han estado más sueltas y divididas que en el ‘Lavalenguas’, completando varios intentos unos caballistas y mozos que han tenido ciertos problemas con los novillos, sobre todo cuando llegaban al ‘embudo’.