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'El Coris', 30 años de curiosidades, anécdotas y secretos de las fiestas de San Juan

'El Coris', 30 años de curiosidades, anécdotas y secretos de las fiestas de San Juan

Actualizado 27/06/2023 09:53

José Luis Ruiz Pérez, responsable de Protocolo, Festejos y Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Soria, más conocido como el secretario de Festejos o, siemple y cariñosamente, 'el Coris', cumple 30 años organizando -desde dentro- la “locura” de las fiestas de San Juan. Tres décadas plagadas de curiosidades, anécdotas y secretos sanjuaneros, desvelando algunos de ellos a Soria Noticias. Eso sí, avisa: "La mayoría no se pueden contar", quedan en el ámbito personal de los protagonistas.

El conocido José Luis Ruiz Pérez comenzó a trabajar en la Comisión 'de Festejos' en 1993, con Esteban Gómez Galo como presidente de la comisión municipal de Festejos. Su estreno fue "muy duro", recuerda. "Se sustituyó a un concejal, yo era nuevo, no teníamos ni idea y sacamos las fiestas adelante como pudimos, con bastante esfuerzo", apunta. "Las cosas eran muy diferentes...", valora, pero después de 30 años su primera conclusión está clara: las fiestas de San Juan están muy vivas. Por si hubiera alguna duda.

Comparar las fiestas del año 1993 y 2023 "es tremendo". Considera que se ha quitado mucho trabajo a los jurados y cuadrillas, arropándolas y apoyándolas mucho más desde el Ayuntamiento. Por ejemplo, se les quitó la elaboración de las tajadas de carne, también por seguridad higiénico-sanitaria. A finales del siglo XX, el Consistorio daba el toro y otro suplemento de carne, y las cuadrillas tenían que despiezarlo. Cogían un matarife y se se pasaban la noche preparando las tajadas que luego repartían a los vecinos. Suponía un duro y sacrificado trabajo. Sin embargo, José Luis no piensa que se han restado competencias a las cuadrillas. Ha sido la evolución de las fiestas, que ha llevado al Ayuntamiento a facilitar algunas tareas, pero los jurados tienen que tirar de la cuadrilla, primero con su equipo y su gente, y luego con los vecinos.

Reconoce que conseguir todos los jurados es una de las tareas y gestiones más complejas, no es fácil contar con la voluntariedad de los sorianos. Piensa que son ciclos. "Hay cosas que no se entienden. El año pasado, los jurados de la cuadrilla de San Juan salieron de los últimos, cuando (con la reestructuración) se ha visto que tenían un número desproporcionado de vecinos. Nos volvimos locos buscando jurados, cuando es la cuadrilla que más dinero mueve. Por el contrario, los jurados de Santa Catalina hicieron una gran labor, lograron más de un centenar de vecinos más que el año anterior", explica.

En estos dos últimos años, "que hemos tenido que salir a la calle a buscar jurados, he notado que cada vez hay menos barrio. La gente no sale tanto, socializa menos con los vecinos, sobre todo desde la pandemia. Los hábitos de la sociedad soriana están cambiando, habla por el móvil y redes, pero no está en la calle". Eso sí, a pesar de las posibles dificultades, está totalmente en contra de caer en la tentación de incorporar internet o el bizum en las cuadrillas. "El trato personal con el vecino es la esencia de San Juan. Es molesto, pero el apuntar para entrar en fiestas y el cobrar pide un contacto personal que no hay que perder", asegura.

Y eso que el propio José Luis, así como el alcalde Carlos Martínez y otros responsables municipales han 'sufrido' lo suyo, según José Luis. Cuenta que buscando jurados por el barrio, "nos han llegado a pedir de algún bar que nos fuéramos porque espantábamos a la clientela y no entraba". Cuando falta algún jurado y los vecinos ven a los del Ayuntamiento por la calle..., "¡Se nos esconden!", dice en tono de broma, ya que señala que "es bonito y agradecido el apoyo y el ánimo que nos dan los vecinos". No obstante, confirma que sí es verdad que existe una red de ‘espías’ que colabora, "para decirnos qué vecinos pueden estar dispuestos a ser jurados. Unos 'espías' que están en cualquier sitio. Hay hasta alguna cajera de supermercado", desvela.

Preguntarse si los jóvenes están más desarraigados de la tradición, una reflexión de muchos sorianos, tiene una clara respuesta por parte del secretario de Festejos. "No, al contrario. Si se analizan los jurados de los últimos años, muchos son chavales jóvenes que han salido de las peñas, que están creando cantera con el paso del tiempo. Los jurados de hace dos décadas, y aún más de antes, eran personas de 40-45 años para arriba. Ahora hay gente joven muy comprometida con las fiestas", valora.

En ese sentido, resalta la gran evolución que han tenido las peñas sanjuaneras desde 1993. "Se han integrado perfectamente, colaboran en todo lo que se les solicita y son exigentes con la tradición. Hace 30 años empecé con un enfrentamiento salvaje entre las cuadrillas y las peñas. No encajaban. Ahora, después de décadas, y con el asentamiento de las peñas, que ya forman parte del paisaje sanjuanero, la relación es excelente. La integración comenzó con Galo, y Carlos Martínez, que además es peñista, lo ha impulsado mucho".

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La evolución de las fiestas

José Luis Ruiz hace un repaso de la evolución que, a su entender, ha habido en las fiestas de San Juan en estos últimos treinta años. Considera que fue un acierto que en el Miércoles El Pregón se modificara el tipo de pregonero. Se cambió la elección de una figura relevante cultural, como lo fue el Premio Nóbel Camilo José Cela, por un jurado. "Esta decisión acerca los jurados y la fiesta, mucho más, a los sorianos", considera.

Destaca también que el Jueves La Saca se ha reconducido. "Hay que valorar el trabajo de los Amigos de la Saca, que se juegan su vida y la de sus caballos por sorianidad. Hay menos caballistas, se han eliminado vehículos...", dice. El actual vallado, aclara, es una exigencia de la norma de la Junta sobre espectáculos taurinos.

Decir que el desarrollo de esta jornada festiva es la más delicada y problemática para el Ayuntamiento, casi parece una obviedad. Se vive con mucha intensidad. El secretario de Festejos remarca que no ha sido fácil defender la ´legalidad' de las fiestas de San Juan y de su Saca ante la administración. Asegura que el Ayuntamiento ha 'peleado' mucho. Cuando la Junta de Castilla y León estaba preparando el actual decreto de regulación de los festejos taurinos populares, pidió a uno de sus técnicos de fuera a Soria para conocer la famosa La Saca. Antes de comer dijo que “esto es imposible” y se marchó.

Ni ese técnico ni los sorianos podrán vivir muchos momento como los de La Saca de 2017, cuando entraron en la plaza los doce novillos. "La fiesta fue tremenda, increíble, en el Ayuntamiento, con los caballistas... Es un milagro que entren todos en la plaza. De hecho, lo habitual es que termine La Saca y el alcalde y yo vayamos al monte a buscar toros".

Los festejos del Viernes de Toros nunca han sido una novillada regular, aunque se está intentando que lo sea en los últimos años. "Es lo que es", acepta José Luis, que no cree que ahora esta fiesta sea más caótica o más descontrolada que antes. "En 1993 era igual. El callejón se llenaba más y durante todas las horas del festejo", recuerda. La estética se ha adaptado a la evolución de la sociedad, pero la irreverencia, la provocación, la libertad y la fiesta es la misma.

En una ocasión, el entonces alcalde Virgilio Velasco quiso ir -después de comer- al palco que tenía en el Viernes de Toros el primer edil, y que nunca se utilizaba. Pero, sorprendentemente, el portero no le permitió acceder. El alcalde, muy sanjuanero y muy serio, dijo a quienes le acompañaban que no sabía si ese portero le conocía, pero que de lo que sí estaba seguro era de que no le había votado.

Sobre el Sábado Agés, el organizador municipal de las fiestas de San Juan se muestra optimista. Hace años, parecía que la subasta era más de gente mayor, pero ahora los jóvenes subastan y participan más, indica. Se ha revitalizado este singular acto sin comparación en España. Se está imponiendo como 'tradición' que los grupos de jóvenes subasten carne para comerla el Lunes de Bailas o después de fiestas.

En una ocasión, al torero Joselito, tras una gran faena, le llevaron a los agés de la cuadrilla del concejal Adolfo Sainz, cuando se subastaba en el Rincón de Bécquer, relata José Luis. Sorprendido, el diestro se limitó a comentar que no daba crédito a lo que veía. No salía de su asombro.

Unos años hubo vaquillas la madrugada del sábado al domingo, pero se quitaron tras un referéndum en el que los sorianos apoyaron su desaparición. Era muy peligroso, por su masificación, y por el estado de no pocas personas que estaban en el ruedo, ante el ganado bravo. Hubo cogidas y accidentes graves. José Luis comenta que el Ayuntamiento y la Policía Local sufrían con mucho desasosiego y nervios este festejo. Tanto era el temor, que presidían estas vaquillas representantes de los tres grupos municipales que había, cuando lo normal es que los festejos taurinos sólo tengan un presidente.

El Domingo de Calderas mantiene su solemnidad. Ha desaparecido la figura del profesional de la caldera. Ahora son más personas las que las elaboran, y hay más creatividad. Por otra parte, José Luis apunta que no llegó a vivir el enfrentamiento que hubo con las Casas de Soria, que quisieron desfilar con su caldera. Asimismo, unos años hubo concurso de calderas, pero se suprimió por las disputas que provocaba entre las cuadrillas. Hasta tal punto llegaron que, en una ocasión, un jurado negó la paz en misa a otro, por las discrepancias mantenidas en torno a ese concurso, que -además- no tenía ningún premio económico.

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El Lunes de Bailas es el día de las peñas, en el que se evidencia su arraigo y compromiso con San Juan. Esta jornada no ha cambiado casi en los últimos treinta años, pero sí se ha incrementado la participación en los actos religiosos de la mañana y, por supuesto, en la multitudinaria Bajada al Duero y en la merienda de la tarde. Finalmente, se ha reforzado, popularizado y arraigado más el Adiós, adiós, San Juan.

José Luis tiene curiosidades y anécdotas sobre San Juan para escribir un libro..., si las pudiera contar (ríe). Una de las ventajas de la Comisión de Protocolo, Festejos y Participación Ciudadana, la de las fiestas, es que en ella apenas entra la 'política'. Las fiestas de San Juan propician el entendimiento, el acuerdo, la convivencia e, incluso, la amistad entre los ediles de los diferentes grupos políticos. Les toca vivir y compartir grandes momentos..., muchos de ellos en un ambiente festivo. San Juan une mucho, dice José Luis, afirmando que las fiestas le ha facilitado llevarse bien con los diferentes responsables de la comision de Festejos, y también con los jurados de los últimos 30 años, con los que mantiene relación y se para por la calle cuando los ve. En algún caso, ha forjado una gran amistad, recalca. Ser concejal de la comisión de Festejos o jurado marca para siempre en la vida, asevera.

No obstante, se han dado momentos de mucha discusión. José Luis recuerda que una las mayores broncas la tuvo con Galo, porque una cuadrilla dijo que a su toro le habían robado los solomillos. "Fui al matadero, levanté a su gerente, tuvimos un lío..., y resulta que no le habían llevado aún el toro", señala.

Y tampoco han faltado situaciones disparatadas. En el año 1993, por los Walkies Talkies del Ayuntamiento, en La Saca, se llamaba al encuentro en el punto cero. Y allí fue también José Luis. ¡Y es que ese encuentro se producía cuando el desorden era tal en La Saca, que el entonces alcalde Virgilio Velasco se pagaba unas botellas de cava en el bar del Golmayo, para pasar el mal trago… "Sin novedades mi alcalde", dijo el responsable de la Policía Local a Velasco, "con dos toros en la plaza y diez incontrolados", cuenta José Luis, a lo que el alcalde respondíó que "y cuando haya novedades, ¿qué me vas a decir", en medio del cachondeo de todos los que estaban.

Otra vez, hace años, un jurado "tiraba el bastón porque necesitaba un serrucho, y el Ayuntamiento no atendía su petición. Lo curioso es que había tres carpinterías al lado del local. Yo mismo fui a las tres, les pedí que me prestaran un serrucho y les llevé tres al jurado", remarca José Luis.

¿Y qué pasará si algún año no se completan todos jurados? Es otra de las inquietudes de los sorianos, que el secretario de la comisión de Festejos cree "que no va a pasar. Al menos así lo espero. Sería un problema, porque las fiestas se desarrollarían práticamente igual, y podría generar un efecto contagio. Si con once cuadrillas se han disfrutado igual las fiestas, pues con nueve también. Y entraríamos en una dinámica peligrosa. Quienes tienen que defender las fiestas son los vecinos, el pueblo, no el Ayuntamiento. Las fiestas serán lo que queramos los sorianos, depende de nosotros".

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