Más de una semana sin teléfono en un pueblo de Soria: "La situación sobrepasa los límites aceptables"

En Soria están y estamos acostumbrados a los problemas de cobertura. Las conocidas como zonas de sombra son amplias y no sorprende aquellos rincones donde todavía hay que levantar el brazo para conseguir que te entren los whatsapp.

Lo que no es tan habitual es que fallen los teléfonos fijos. Es cierto que cada vez son más las personas que prescinden de este servicio al amparo de internet y los smartphones, pero todavía son muchos los mayores para los que continúa siendo imprescindible. Y en los pueblos más pequeños de la provincia la media de edad supera con creces los 50 años.

Así pues, lo que sucede en Monteagudo de las Vicarías no es un problema menor y así lo denuncia su alcalde, Carlos González, quien critica que "llevamos 8 días sin teléfono fijo y la cuestión sobrepasa todos los límites aceptables".

Un rayo caído sobre la central de Telefónica durante las últimas tormentas quemó alguno de los elementos vitales de la infraestructura dejándola inoperativa. Desde el Ayuntamiento dieron parte de la incidencia y la compañía hizo lo propio con la empresa encargada del mantenimiento, pero hasta el momento no se ha vuelto a saber nada y los teléfonos fijos del pueblo siguen sin dar tono.

Carlos González denuncia que desde hace más de una semana el Ayuntamiento "no tiene, salvo por correo electrónico, posibilidad de comunicación con ningún agente exterior". Tampoco pueden comunicar las agentes sociales que trabajan desde el Consistorio ni el Centro Médico desde sus instalaciones y, lo más importante, los más vulnerables ya no pueden hacer uso del boton rojo del servicio de teleasistencia.

El alcalde de la localidad recurre a los medios con la esperanza de que "la presión mediática consiga lo que a los trámites oficiales se les escapa". "En ocasiones, este botón funciona con una tarjeta móvil, pero en la mayoría de casos se opta por un fijo porque da menos problemas de cobertura y es más seguro", explica González, que alza la voz contra un abandono que desemboca en "peligro ante casos de urgencia".