Con esta infraestructura se pretende dotar a la provincia de un espacio que favorezca la explotación de los productos endógenos, desarrolle actividad económica, fije población y genere empleo en las zonas rurales.
La Junta de Castilla y León, a través de la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León (Somacyl), ha adjudicado a la empresa San Miguel Estructuras de Hormigón, S.L., por un importe de 562.393,96 euros (IVA incluido) y un plazo de ejecución de seis meses, la construcción de la nave destinada a albergar un obrador comunitario compartido en el municipio de El Royo.
Esta adjudicación supone el primer paso para hacer realidad el convenio de cooperación que Somacyl y el Ayuntamiento de El Royo firmaron en el pasado mes de marzo, en un acto en la sede de la Delegación Territorial de Soria presidido por el viceconsejero de Economía y Competitividad, Carlos Martín Tobalina.
Este acuerdo preveía la construcción de esta nave de uso como obrador comunitario compartido para poner en valor los productos endógenos de la provincia de Soria mediante la recuperación de las tierras abandonadas o infrautilizadas del municipio, la implantación de cultivos de gran valor, la creación de empleo y el fomento de la actividad agraria.
Desarrollo de los recursos endógenos
La Junta de Castilla y León apuesta por el desarrollo de los recursos endógenos de sus territorios para luchar contra la despoblación, con un modelo que busca potenciar las capacidades internas de una región o comunidad local, de modo que puedan ser utilizadas para fortalecer la sociedad y su economía, y para que sean sostenibles en el tiempo y atraigan población.
El desarrollo de los productos endógenos aumenta el nivel de vida de los territorios, impulsa ventajas competitivas, fomenta el sentido de pertenencia, promueve la innovación y el desarrollo y es una medida de reactivación de lo rural para combatir la despoblación.
El Royo ha obtenido gran éxito en un proyecto de aprovechamiento de siete hectáreas para cultivo de frutos del bosque de las tierras que estaban abandonadas, una iniciativa socioeconómica que ha demostrado que un producto endógeno se puede convertir en un proyecto empresarial con impacto positivo en la economía local y en los datos del padrón de habitantes.
Soria cuenta con un gran potencial en productos endógenos en diferentes puntos geográficos de la provincia, que precisa de una estructura industrial que los ponga en valor y ofrezca la oportunidad de su transformación, permitiendo ampliar la oferta de sus actividades a través de la conservación, envasado y comercialización que cubra las necesidades de pequeños productores que tienen que salir fuera de la provincia, o que quieran ampliar sus inversiones, así como servir de impulso a nuevas iniciativas.
La nueva nave responderá a la demanda para dotar a la provincia de un obrador comunitario compartido que favorezca la explotación de los productos endógenos de origen, y que, además, desarrolle la actividad económica, fije población y genere empleo en las zonas rurales.
Nave para apoyar la demanda de proyectos provinciales
La construcción de esta nave, que complementa al proyecto iniciado en 2016 por El Royo, responde a la necesidad de apoyar iniciativas a nivel provincial que pongan en valor los recursos endógenos de Soria con una infraestructura que atienda, además del cultivo de frutos del bosque, cualquier otro producto agroalimentario para su conservación, transformación, envasado y comercialización.
El proyecto prevé la construcción de un edificio de planta única y forma rectangular, de 35 metros de largo por 15 metros de ancho, con una superficie de 1.696 metros cuadrados, que se rematará con una cubierta a dos aguas con un 15 % de pendiente.
La esquina noroeste se dotará con una entreplanta, de manera que la parte inferior quede destinada a dependencias para el personal, y la superior a albergar usos administrativos y una sala de exposición.
El acceso a la materia prima se hará desde el hastial noroeste, mediante una puerta mecánica seccional con unas dimensiones de cuatro por cinco metros, desde donde las mercancías recibidas pasarán a una cámara frigorífica.
Desde esta cámara de recepción, la materia prima llegará al obrador, donde se realizará la transformación de la materia prima para convertirla en productos destinados al consumo, mediante procesos como, por ejemplo, la elaboración de mermeladas.
La parte posterior de la nave contará con espacios para el almacenamiento de los productos ya elaborados, que, en el momento de su comercialización, pasarán por la zona de etiquetado para su envasado y expedición desde el muelle situado en un lateral.
La nueva nave contará con instalaciones básicas, entre las que se incluyen la protección contra incendios, la instalación de electricidad en baja tensión, iluminación, fontanería, saneamiento, calefacción y climatización, entre otras.
Además de estas instalaciones generales, el espacio dispondrá también de otras más específicas, como la frigorífica y la fotovoltaica, pendientes aún de contratar con un especialista.