Artículo de Eder García, concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Soria.
Se suele decir que cuando alguien no se define como de izquierdas o de derechas, definitivamente es de derechas. Esto ocurre porque una persona progresista, que cree en la igualdad de oportunidades para la vida y la justicia social nunca se pone de perfil.
Vamos a unas elecciones cruciales, especialmente en Soria. Con el gobierno de Pedro Sánchez, nuestra provincia ha tenido un volumen inversor que no había conocido antes y que está en peligro puesto que, como ha ocurrido anteriormente, al PP no le temblará el pulso al cerrar el grifo.
Haciendo memoria no encontraremos, ni en los documentos más ambiciosos del partido Soria YA, los proyectos que estamos desarrollando los socialistas en esta provincia, lo que les deja completamente desnudos, tratando de taparse con la bandera del sorianismo.
Aun así, para alguien de izquierdas, es todavía más importante la gente: subida de las pensiones, Ingreso Mínimo Vital, subida del SMI, aumento de las becas, ayudas al alquiler, inversión en la lucha contra la violencia de género y tantas otras medidas, que han podido salir adelante mientas España crece cuatro veces más que sus vecinos con récord de afiliados a la Seguridad Social en Soria.
La gestión y el programa del PSOE están claros, así como que pactaremos en el Congreso para seguir avanzando en derechos y en protección a las personas como hasta ahora. El PP se abrazará a la extrema derecha -si suman- para destruir todo aquello que odian: la diversidad, la igualdad entre hombres y mujeres y la justicia social.
Por su parte, Soria YA tratará de sacar un diputado que, de carambola, sea decisivo en la suma, caiga esta hacia donde caiga con la excusa de que da igual el color político. Una persona de izquierdas, que no se pone de perfil, no se puede permitir lanzar esa moneda al aire.