En el primer pleno ordinario del mandato en Soria, la emoción ha sido la protagonista. PP y PSOE han tumbado con contundencia la moción presentada por VOX para retirar la pancarta con la bandera LGTBI del balcón del Ayuntamiento tras un intenso debate.
El Ayuntamiento de Soria ha vivido hoy el primer Pleno ordinario de este mandato. Una reunión inesperada para algunos, ya que fue ayer mismo cuando se conformaron las comisiones informativas. Pero es que el Consistorio de la capital debía tratar un único tema: dar respuesta a la moción propuesta por VOX en la que el grupo pedía la retirada de la bandera LGTBI del balcón del Ayuntamiento.
La formación de Santiago Abascal se ha estrenado esta mañana en el pleno soriano, algo que se ha manifestado en los distintos errores de forma que se han producido a lo largo de la sesión. El primero, nada más comenzar, cuando Mª Sara López interrumpía al alcalde para solicitar un minuto de silencio por el 26º aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco. Esto ha provocado un breve receso para tratar el tema con los portavoces de cada grupo y una llamada de atención por parte del alcalde. Guardado el minuto de silencio, comenzaba un tenso pleno que se ha terminado alargando durante más de una hora.
Fernando Castillo, portavoz de VOX en el Ayuntamiento se ha disculpado por las alteraciones provocadas por “desconocimiento”, ha prometido "un debate sereno, argumentado y totalmente educado y respetuoso” y ha justificado la celebración de este pleno, ‘forzado’ por su moción, como una forma de comenzar desde el minuto uno la labor de control de la oposición. Sin embargo, lo que centraba el orden del día era la petición de retirar la bandera arcoíris, escudándose en la sentencia 1163/2020 del Tribunal Supremo y alegando que no pueden exhibirse banderas no oficiales en el exterior de edificios y espacios públicos.
El miembro del grupo minoritario en el Ayuntamiento ha argumentado que esto “privatiza” los espacios públicos, al tratarse de un símbolo “excluyente y colectivista” que vulnera la neutralidad de las instituciones. Y es que a lo largo del debate, Castillo ha dejado claro que para su grupo esta bandera simboliza “una ideología” e "impone una división artificial” creando colectivos y una “supuesta mayoría opresora”. Esto, ha apuntado el portavoz, dejaba su argumentación dividida en dos ámbitos: uno objetivo, el jurídico, y otro subjetivo, “en el que supongo que no coincidiremos con el resto de los grupos políticos”.
Los contraargumentos jurídicos no han tardado en llegar, ya que Belén Izquierdo, portavoz del grupo popular, ha recordado que la sentencia en la que basa VOX su moción se refiere a la bandera independentista Canaria, que desafía a la oficial y por tanto, a la integridad territorial. Esto, según la representante del PP, igual que no sucede con símbolos como "los faldones de Semana Santa" que luce la Casa Consistorial durante estas celebraciones, tampoco lo hace con la bandera LGTBI, “salvo si se quiere hacer ideología de la orientación sexual”. “Este es un debate de respeto, igualdad, tolerancia, derechos, libertad y todo ello viene reconocido en la Constitución”, ha destacado. Y aunque ha reconocido que la administración debe ser neutral, cree que tiene que ser un canal de comunicación y posicionamiento social: “esta bandera no es un símbolo de ningún partido concreto y estar en su contra es ir en contra del principio de igualdad y no discriminiación”.
“Señor Castillo, la primera en la frente”. Así ha comenzado su intervención Eder García, miembro del grupo socialista en el Ayuntamiento, afeando al portavoz de VOX que afirmara “que venían a trabajar para traer cuestiones que mejoren la vida de los vecinos” pero se hayan “estrenado y quedado para la historia de Soria” con una propuesta así. Pidiendo disculpas “porque no suelo ponerme nervioso”, ha reconocido que este debate era diferente: “en lo personal también me afecta, incluso como un ataque, porque pareciera que en su descripción en la moción que el colectivo es un concepto artificial que no tiene a nadie detrás”. “Ojalá tuviera la misma empatía con las víctimas del colectivo, niños, niñas y mayores, que tiene con víctimas de hace 26 años, como también la tenemos nosotros”, ha añadido.
Aunque García ha centrado su intervención en el componente “subjetivo” que planteaba Castillo, también ha querido poner la puntilla a sus justificaciones “objetivas”. Por ello, se ha referido a una sentencia reciente en respuesta a una denuncia de Abogados Cristianos, “que les hacen los deberes”, al Ayuntamiento de Zaragoza, en la que el tribunal descartaba que esta pancarta choque con las banderas oficiales y que si fuera así, también lo haría “una pancarta con los colores del Real Zaragoza en una celebración de ascenso”. El responsable municipal ha acusado a Castillo de "no molestarle la lona porque entre en contraposición con la bandera" y ha recalcado su "orgullo" por ser español por su nivel de protección al colectivo LGTBI “a pesar de ustedes”. Además, ha querido dejar claro que consideran más efectivo colocar la bandera en junio, para reinvidicar el mes del Orgullo y que si la bandera es retirada en los próximos días, no tendrá nada que ver con la moción.
En la segunda ronda de intervención la tensión del debate ha escalado rápidamente. “Yo soy seguidor del Numancia, devoto de la Virgen del Carmen y de la Virgen de la Soledad”, ha comenzado Fernando Castillo, para apuntar que “podemos utilizar el balcón del Ayuntamiento, si les parece, como un tablón de anuncios oficial o incluso para intentar esponsorizar el Ayuntamiento”. Ha acusado a los socialistas de “victimizar y hacer de menos a esas personas para hacer parecer que sean sufridores de esa homofobia estructural o ese machismo estructural que quieren ustedes transmitir pero que no existe”, ya que considera que "afortunadamente en España se ha normalizado que cualquier persona pueda amar a cualquier persona”. Pero la argumentación de Castillo ha dado un giro hacia un asunto que no entraba en el orden del día: “muchos ciudadanos que ustedes se vanaglorian de traer proceden de culturas en las que sí existe una homofobia estructural contra la que hay que luchar”.
El portavoz de VOX ha oído “lo que esperaba oír”, asegurando que el respeto a los derechos humanos “lo va a encontrar siempre”, pero no van a estar a favor de “ideologizar a la sociedad y esparcir la famosa ideología de género”. “Cuando hablan de que intentamos quitarles derechos se refieren a que intentamos quitarles privilegios”, ha añadido sin salirse del guión, haciendo afeando que “esas personas que ustedes tratan como colectivo tienen más derechos que otras para obtener un empleo”. Izquierdo no ha querido entrar en el debate en su segunda intervención, pidiendo “no desviar la atención del asunto que nos ocupa”.
Eder García ha respondido lamentando que compañeros de partido de Castillo, en debates similares, hayan llegado a comparar la homosexualidad con la pedofilia, como “cuando nos metían en la cárcel o en las cunetas”, haciendo hincapié en que la homofobia es, todavía, un problema en España. Llegaba así el momento más dramático del pleno, en el que el concejal del PSOE ha compartido sus propias experiencias: “yo he ido de la mano con mi novio y nos han gritado “asquerosos”, “maricones de mierda” y si no lo sabe, se lo cuento”. “No le deseo el mal a nadie, pero la sensación de volver de fiesta…”, ha empezado García, hasta que las lágrimas le han obligado a detener su intervención, visiblemente emocionado. Tras una pequeña pausa, ha agradecido el sentido del voto del PP, pidiendo a los miembros del grupo popular que difundan este mensaje en instituciones en las que gobiernan con VOX. Los presentes han arropado a García con un aplauso al finalizar su intervención.
Ninguno de estos argumentos ha hecho cambiar de parecer al portavoz de VOX que, llegado el momento de la fijación de posiciones, ha lamentado que el Ayuntamiento “haga apología de lo que entendemos como una ideología” y ha arremetido contra el colectivo trans, siendo interrumpido por el alcalde, Carlos Martínez, en diversas ocasiones por salirse de lo contemplado en el punto de fijación de posiciones: “Es la tercera vez que le llamo la atención en este turno, ha tenido un turno de intervención y dos de profundización en el debate”. Sin embargo, Castillo ha negado estar replicando y ha puesto fin a su argumentación, manteniendo el sentido de su voto.
La moción no ha sido aprobada, recibiendo 18 contundentes ‘no’ en contra y tan solo los 2 votos a favor de VOX. Todo, en un pleno que ha unido a PP y PSOE entorno a ciertas líneas rojas ideológicas para poner freno a la primera propuesta de los recién llegados al Consistorio.