La localidad ribereña celebra su décimo concurso con la participación de más de medio centenar de elaboraciones domésticas.
La tradición y la sabiduría se conjugaban este fin de semana en San Esteban de Gormaz, que celebraba este fin de semana su décima edición de concurso de vinos caseros. Amparada por la Asociación de Amigos de las Bodegas y el Castillo, que preside Félix Carretero, a esta convocatoria llegaban más de medio centenar de elaboraciones, trabajadas y cuidadas por amantes de este arte que se curte bajo tierra, después de ser mimado en la viña, como manda una usanza centenaria.
Vinos blancos, tintos, claros y ojo gallo, con un año de juventud han sido los concurrentes, con sus respectivos artesanos, que podían presentar más de una variedad al concurso.
Después ya de una década del certamen, su consolidación ha sido más que patente, ya que en el jurado calificador ha tenido presencia en sus miembros con denominaciones de origen (DO) como Ribera del Duero, Arlanza, y Rueda. Tampoco han faltado catadores de las empresas vitivinícolas de esta demarcación soriana, amén de otros lugares como Jerez y de Madrid.
La música de dulzaina y la visita a diversas bodegas de la localidad han sido otros aderezos con los que el certamen ha sido celebrado, bajo el apoyo del propio Ayuntamiento y de la Diputación en la parte institucional, y la Caja Rural de Soria.
Finalmente, el premio al mejor vino blanco ha sido para José Luis Narro, de Morcuera, mientras que en el apartado se lo ha llevado una elaboración de Sergio Narro, también de la citada localidad. En ojo gallo, José Antonio Vicente, de Villálvaro, ha sido quien más ha complacido a los calificadores, mientras que en tinto Antonio Puenteduera se llevaba el trofeo al mejor de esta variedad.