SOS del observatorio de Borobia: Los problemas de gestión amenazan su supervivencia

El observatorio astronómico de Borobia se ha convertido, en sus más de 20 años de vida, en un referente de la observación astronómica a nivel nacional. Sin embargo, algunos de los astrónomos que han dedicado su carrera a sacar adelante estas instalaciones pioneras en España advierten de que los problemas de gestión del centro amenazan su supervivencia. “No se ha adoptado una gestión adecuada ni una gestión, en general”, denuncia Alberto Jiménez Carrera, quien en su día fuera responsable del centro, pero que ahora se dedica a otro proyecto de investigación. Hace 8 años, el observatorio pasó de un modelo de gestión privado a uno público, momento en el que comenzaron los problemas, según Jiménez. Ahora, se encuentra "bajo mínimos".

Estas instalaciones solían contar con 3 trabajadores. Dos de estas plazas son ofertadas por la Junta de Castilla y León en verano, con una duración de 6 meses y están destinadas, entre otros, a centros de interpretación. Y es que el Ayuntamiento de Borobia, responsable de estas instalaciones, es “modesto” y no puede asumir directamente la contratación. Pero estos contratos de la Junta son para “informadores turísticos, que no están dimensionados para este puesto”. Esto ha supuesto varios problemas para los empleados del observatorio, ya que algunos han optado por buscar otras opciones motivados por la precariedad de la temporalidad. En su caso, Jiménez no ha podido concurrir en concurso público para acceder a estos puestos, ya que fue elegido concejal en los comicios de mayo y las plazas las convoca, como tal, el propio Consistorio.

“Hemos estado todos los años pendientes de estas plazas y hay años que han salido después del verano y hemos estado contratados en invierno”, apostilla el astrónomo. Y aunque con ellas "se ha ido saliendo del paso", Jiménez denuncia que "no están adaptadas al puesto de trabajo porque trabajamos por la noche y fines de semana" y que "hemos estado sin librar fines de semana porque hay tanta carga de trabajo que, a veces, no nos da tiempo”.

Por otro lado, el experto expone que existe una tercera plaza gracias a una subvención que otorga la Diputación Provincial. Este año todavía no ha sido convocada por el retraso en la conformación de esta institución a raíz de la disputa por el recuento de los diputados, así que, en 2023, 'El Castillo' de Borobia ha dispuesto de un contrato menos. "El observatorio no puede depender de vicisitudes políticas o de que un partido quiera o no ceder esa plaza", lamenta.

Necesidad de un acuerdo institucional

Como resultado, este año tan solo hay un astrónomo trabajando en el observatorio este verano, que cuenta con la asistencia de una persona no cualificada, con un contrato de la misma categoría, que no está preparada todavía para sacar adelante actividades en solitario. Esto hace que todo esté, según Jiménez, “al mínimo”: "ahora solo se hace una sesión diaria y otros años, 3 o 4”.

Por todo ello, cree que es vital buscar la continuidad del centro a través de un acuerdo a largo plazo que no solo garantice la supervivencia del observatorio y su apertura durante todo el año esté quien esté en el poder, sino también la estabilidad de los trabajadores. "El centro no puede depender de plazas temporales que sacan cada año para 6 meses, más algún contrato que hace el Ayuntamiento cuando hay mucho trabajo y de que las personas estemos disponibles en un determinado momento", explica. “Mantener esto abierto ha sido un esfuerzo que ha corrido a cargo de los trabajadores, con un exceso de trabajo. Nosotros ponemos de nuestra parte, pero las instituciones no”, añade.

Jiménez asegura que llevan años demandando, principalmente a la Diputación Provincial, un convenio de gestión a largo plazo para que este observatorio pueda mantenerse abierto de forma continuada. A pesar de haberse prometido, siguen sin haberse dado pasos en firme, por parte de ningún partido político, para sacarlo adelante. “No es mucho dinero para los presupuestos que manejan estas instituciones y si quieren que esté abierto de aquí a 10 años, es lo necesario”, recalca. “Si hablamos de políticas de desarrollo, a todos los partidos se les llena mucho la boca, pero la realidad es que un proyecto de innovación, premiado a nivel nacional y pionero en España, no ha contado con un apoyo político en condiciones ni de derecha ni de izquierda”, denuncia.

Impacto económico

Jiménez reconoce el esfuerzo que se ha hecho desde la Delegación de Educación de la Junta en Soria para mantener vivo este centro dado su elevado potencial didáctico, aunque "no es suficiente". Y es que estas instalaciones no solo atraen a centros y talleres educativos, sino a miles de turistas cada año. Y aunque no se trata de un centro rentable a través del cobro de entradas, su potencial reside en ser un motor económico para la comarca y la provincia al atraer visitantes a la zona y aportarle reconocimiento fuera de sus fronteras. "No genera ingresos para sí mismo y mantener a su personal, pero sí para la hostelería y las tiendas de alrededor”, explica.

Agrupaciones como ASOHTUR (Agrupación Soriana de Hostelería y Turismo) ya pidieron en 2019 más apoyo a este centro por parte de la Diputación, por tratarse de un atractivo turístico y un motor económico en toda la comarca. Lo normal, durante los meses de verano, es que el centro atraiga a unas 2.500 personas. Pero la falta de personal ya ha hecho mella en el día a día del centro, tal y como ha confirmado a este medio el único astrónomo que trabaja este año en el observatorio. El programa 'Historias de los cielos', que recorría los pueblos para ofrecer actividades relacionadas con la astronomía, ha sido suspendida a pesar de contar con más de una decena de localidades interesadas.

La importancia de seguir divulgando la astronomía

“Estamos acostumbrados a vivir en la Tierra, más o menos ‘debajo’ del horizonte, pero no hay más que alzar la vista hacia arriba, hacia la otra mitad de nuestra visión. Es algo que no entendemos, ese infinito, esa inmensidad que tenemos encima que hacen que lo más lógico sea que nos preguntemos qué hay allí y qué hacemos nosotros aquí”. Así explica Jiménez la importancia de que el ser humano siga en contacto con la astronomía.

Porque más allá de las pérdidas turísticas y económicas que podría suponer que ‘El Castillo de Borobia’ dejara de mirar al cielo, no hay que olvidar la baja a nivel educativo y cultural que causaría en la provincia. “Vivimos en un mundo en el que los mitos, desgraciadamente, parece que regresan a la mentalidad popular después de que el razonamiento científico llevara siglos tratando de conquistar las mentes de las personas y dando una explicación racional a las cosas”, lamenta el astrónomo. La ciencia y la astronomía no solo nos dan "los mecanismos para pensar y conocer el mundo real", sino que también nos regalan "herramientas para mejorar como sociedad y mejorarnos la vida. "Las grandes preguntas de la humanidad siempre han sido el fin del conocimiento necesario para el desarrollo personal y la evolución social", concluye.