Las altas temperaturas de estos días pueden afectar con mayor incidencia a embarazadas, lactantes de menos de cuatro años así como mayoresde 65 y personas con movilidad limitada.
El calor vuelve a cobrar protagonismo en Soria, con temperaturas que en muchos lugares, sobre todo el sur y del este provincial pueden rozar los 40ºC. Escaso viento y cielos desepejados hacen que las temperaturas sean menos llevaderas de lo habitual en un territorio cuyos habitantes están más acostumbrados al frío que observar que en el termómetro se muestren valores excesivos.
Ante una situación que podría remitir al final de semana, y donde las máximas generalizadas rondarán los 38ºC de media, la prevención ante golpes de calor o insolación es la aliada fundamental para hacer más llevadera la canícula, una más de las cuatro que llevamos este año. Al parecer, será la última, pero los expertos tampoco se atreven a aventurar que no pueda producirse una nueva situación de este tipo aún, este verano.
Con este panorama, las personas que presentan una mayor vulnerabilidad al calor excesivo son las mujeres embarazadas, también los menores lactantes con edades inferiores a los cuatro años así como también quienes hayan cumplido los 60. Igualmente, especial atención para pacientes que se hallan sometidos a ciertos tratamientos farmacológicos; deportistas y trabajadores que desempeñan su actividad al aire libre; personas que viven solas y aquellas que también padecen enfermedades cardiovasculares y respiratorias, diabetes y obesidad crónica. Atención, del mismo modo, para quienes habitan hogares con difícil refrigeración y para ciudadanos que viven en entornos muy urbanizados, aunque este último punto no es muy aplicable a Soria.
Golpe de calor
Así las cosas, se hace conveniente repasar algunos de los síntomas que constatan la posibilidad de haber sufrido un golpe de calor:
Ante este tipo de situaciones, la recomendaciones pasan por:
• Beber agua a sorbitos
• Acudir a un lugar fresco
• Aflojar la ropa
• Aplicar paños húmedos o bañarse con agua fría
• Buscar atención sanitaria de inmediato si:
- Se padece enfermedades crónicas
- Surgen vómitos
- Los síntomas empeoran o duran más de una hora
Insolación
Para el caso en el que se pueda producir una insolación, los síntomas más apreciables son:
En este caso, las recomendaciones pasan por:
Mientras llega la ayuda:
• Llevar a la persona afectada a un lugar FRESCO
• Ayudar a bajar la temperatura con paños fríos o dándole un baño con agua fría
• No hay que dar nada de beber
Normalmente un individuo sano tolera una variación de su temperatura interna de aproximadamente 3ºC sin que sus condiciones físicas y mentales se alteren de forma importante. A partir de 37ºC se produce una reacción fisiológica de defensa. Las personas mayores y los menores son más sensibles a estos cambios de temperatura.
Con estos consejos, se hace muy preciso evitar las horas del día en donde se alcanzan las temperaturas más altas, que suelen ir al alza de manera más acusada sobre todo a partir del mediodía, alcanzándose las máximas en torno a las seis de la tarde estas jornadas de agosto.
En las indicaciones que ofrece el Ministerio de Sanidad, se recomienda mantener la vivienda por debajo de los 32ºC durante el día y por debajo de los 24ºC durante la noche. Esto es especialmente importante en aquellos hogares donde residen personas mayores de 60 años, niños o enfermos crónicos.
Para ello se hace obvio decir que hay que abrir las ventanas y ventilar cuando la temperatura exterior sea más fresca (por la noche, la madrugada y las primeras horas de la mañana). También cerrer persianas cuando la temperatura exterior sea más caliente. Apagar la luz artificial y el mayor número de aparatos eléctricos que sea posible.
No dudar, si se dispone, de utilizar aparatos de aire acondicionado o ventiladores para mantener una temperatura fresca en el interior. Hay que tener cuenta que los ventiladores deben situarse a cierta distancia, no recibiendo directamente el aire en el cuerpo. Esto es especialmente importante para las personas que han de permanecer encamadas.
Del mismo modo, es fundamental ingerir líquidos abundantes, aunque no se sienda sienta sed. Al menos un litro y medio salvo que el médico haya restringido la toma. También hay que evitar tomar bebidas con alcohol, cafeína y azúcar. Las comidas, ligeras y más frecuentes.
No salir al exterior durante las horas del día de más calor. De hacerlo, hay que mantenerse en zonas sombreadas permaneciendo en ellas con ropa ligera, sombrero, gorra, gafas de sol y protector solar. En casa, otro consejo es estar en la parte más fresca de la vivienda, especialmente durante la noche. Si nose puede mantener fresca la vivienda, dedicar 2 ó 3 horas diarias a permanecer en un lugar fresco y acondicionado.
Tampoco se aconseja realizar actividad o esfuerzo físico importantes. Si se trata actividad deportiva, hay reservar las primeras horas de la mañana y reponer los líquidos tras la actividad física. A la vez, es necesario refrescarse tomando baños o duchas frías. Si no es posible, una alternativa son los baños fríos de pies, toallas frescas, envases refrigerados (cold packs). Importante es prestar atención a las personas cercanas, especialmente los bebés, niños, mayores de 65 años y enfermos crónicos o encamados que deben de estar hidratados de manera continua.
Los mediacamentos habituales deberán estar en lugar fresco. Si se presentan síntomas inusuales que pueden estar relacionados con el calor no dudar en llamar a los servicios sanitarios.
Lugares en el exterior a la sombra, y si es posible con alguna corriente de viento son buenos espacios para sobrellevar el calor. En Soria abundan dehesas a la ribera de distintos ríos así como parques con fuentes que dispensan refrescantes aguas para conseguir una buena y continua hidratación.