El vídeo muestra diferentes mujeres que se encuentran en distintos lugares de la geografía nacional afirmando que no quieren que les llamen por adjetivos infantiles.
Con el lema “Perdona, call me Señora”, la concejalía de Igualdad del ayuntamiento de Soria ha lanzado una nueva campaña que tiene como objetivo hacer reflexionar a las ciudadanos sobre las diferentes connotaciones que tiene la palabra “señora” en la sociedad. “Lo que pretendemos es que la gente piense sobre la forma de utilizar el lenguaje, y específicamente de la infantilización que sufrimos las mujeres, que nos niega y oculta la madurez contribuyendo a perpetuar ideas de subordinación de las mujeres ante los hombres”, ha asegurado Gloria Gonzalo, concejala de Igualdad.
La idea de la campaña surgió de un aspecto con el que muchas mujeres se sienten identificadas, la primera vez que alguien les llamó “señora”, pues según ha afirmado Yolanda Domínguez, creadora del proyecto, “parece que es ahí cuando nos da un patatús y empezamos a pensar que dejamos de ser visibles para la sociedad, pasamos a un estado etéreo y a creer que sobre nosotras van a caer los siete males del universo. A partir de ahí continúan las primeras canas que nos empezamos a arrancar”. “Hay un bombardeo constante por parte de la sociedad para que nos mantengamos en un cuerpo joven ocultando nuestra edad”, ha añadido. Por eso, una de las finalidades es hacer reflexionar a todas esas mujeres el “por qué les molesta que les llamen ‘señora’”.
Para ello, se han realizado cinco carteles, creados cada uno por una mujer artista de reconocido nombre en el panorama nacional como son Flavita Banana, Silvia Goetz, María Herreros, Ana Cubas y María Hesse, en lo que se han puesto de relieve, a través del humor, definiciones positivas del concepto “señora” a las que se enfrentan las mujeres en su vida cotidiana una vez que llegan a cierta edad, debido a que “la sociedad espera que se comporten de una determinada manera porque está acostumbrada a que actúe de una forma concreta”.
Entre las imágenes se puede ver a una mujer con el pelo canoso que representa a una medusa y que refleja los conflictos a los que se enfrentarán las nuevas generaciones; a una mujer que se arregla para cenar sola en un restaurante con el fin de celebrar la vida; o una mesa llena de gente en donde la mujer es quien se queda con el mejor pedazo de la tarta “en contra de la idea que se tiene de que debe quedarse en último lugar siempre”, ha asegurado Domínguez.
Con todo ello se pretende reclamar que la edad no es un problema y que, al contrario, es sinónimo de experiencia y de cosas positivas. “Se trata de un momento en el que empiezas a recolectar reconocimientos de todo el trabajo que has hecho durante los años previos y eso puede servir de inspiración para futuras generaciones, independientemente de que sean mujeres u hombres”.
Igualmente, para que la campaña llegue a todos los ciudadanos se ha realizado un vídeo en el que aparecen diferentes mujeres de España que se han sentido identificadas afirmando que no les llamen “ni chiqui, ni cuqui, ni cuchi, ni chuchi, ni muchacha, ni nena, ni joven, ni churri, ni chiquita, ni chispita, ni cosita. Ni chavalita, ni bebé, ni niña, ni moza, ni zagalita…” y finalizan diciendo “perdona, call me señora”. Lo que se pretende es comunicar al mundo que todos esos adjetivos “nos infantilizan, lo cual está asociado a algo que no es independiente, que no tiene experiencia en la vida y si las mujeres estamos constantemente asociadas a estas ideas no podemos avanzar para alcanzar la igualdad”.
También se van a repartir 7.000 servilletas en los bares de la capital con los adjetivos antes presentados para hacer reflexionar a la gente y para que debatan las connotaciones que conllevan. También el ayuntamiento va a regalar 60 camisetas, cuadernos y pinturas fluorescentes gratuitamente en la concejalía para que las mujeres sorianas se unan a la campaña. Aunque, en caso de que tenga mucho éxito, la concejala ha asegurado que el consistorio está dispuesto a ampliar el merchandising.
Con todos estos elementos, la campaña ha tenido un coste de 15.000€.