Los narradores se acordaron de la riqueza natural de la provincia y de uno de sus productos más típicos y cotizados.
Los pinares sorianos fueron ayer protagonistas en la etapa 11 de la Vuelta a España. Esta cita deportiva llevó a ciclistas -y amantes del ciclismo- de todo el mundo por algunos de los parajes más espectaculares de la provincia y su gran patrimonio natural no pasó desapercibido.
Igual que los espectadores desde sus casas, que disfrutaron de las imágenes aéreas proporcionadas desde el helicóptero, los narradores del evento se deleitaron con "paisajes absolutamente espectaculares". Paisajes que este año sí se pudieron disfrutar, ya que en 2020, la última vez que La Vuelta pasó por Soria, el mal tiempo opacó la etapa.
Confiando en que el escaparate de la carrera "podría atraer turismo a la provincia", los comentaristas se acordaron de uno de los grandes atractivos de los montes sorianos, especialmente durante los meses de otoño. "Soria es una zona de setas, muchísima gente las viene a recoger cuando llegan las primeras lluvias y el frío empieza a estar presente", destacaron. Aunque este año la temporada podría retrasarse, la provincia sigue siendo un punto de referencia en lo que a micología se refiere.