CRÓNICA | Alarde instrumental y vocal en el arranque del FOMS'23
Inauguración del Otoño Musical Soriano.
La Orquesta Sinfónica de Bilbao y la Sociedad Coral de Bilbao inauguran la 31ª edición del Otoño Musical Soriano. Soria abarrota el Palacio de la Audiencia para asistir a una exhibición única de técnica. Sorprendió la elección del repertorio, arriesgada para un concierto de apertura.
Soria, tierra de poetas, es desde hace 31 años también territorio donde conocer, y vivir, la mejor música clásica. Gracias a los esfuerzos del maestro Odón Alonso y su compañera Gloria Franco se puso en pie un festival que tres décadas después, y ya en las manos de José Manuel Aceña, se consolida como un referente nacional e internacional.
El Otoño Musical Soriano arrancó este jueves una nueva edición y lo hizo con una potente apuesta: uniendo las fuerzas de la Orquesta Sinfónica de Bilbao y la Sociedad Coral de Bilbao. A las órdenes de Erik Nielsen interpretaron La Creación de Haydn, contando la soprano Sabina Cvilak, el tenor Beñat Egiarte y el barítono Marcin Bronikowski como solistas.
La sociedad soriana respondió a la llamada abarrotando el patio de butacas. Para ellos fue un agradecimiento especial de Carlos Martínez, alcalde de Soria, por "llenar y colmatar este concierto y todos los demás, además de visitar con avidez la exposiciones complementarias". Algo que, según sus palabras, permite al evento crecer y a la ciudad "seguir apostando por la cultura en búsqueda de la libertad, la igualdad y la fraternidad".
Arriesgada elección
La 31 edidición del Festival Otoño Musical Soriano arrancó con una exhibición de músculo. La Orquesta Sinfónica de Bilbao, habitual en la cita soriana, se acompañó en esta ocasión de la Sociedad Coral de Bilbao para para interpretar La creación de Joseph Haydn. Este oratorio fue escrito por el compositor alemán en 1798 tras su segunda visita a Londres con libreto escrito por el barón Van Swieten inspirado en el libro del Génesis, el libro de los Salmos y el poema El paraíso perdido, de John Milton.
El público soriano asistió a una asombrosa exhibición de técnica y maestría. Dos horas de concierto en las que quedó más que patente el nivel de ambas formaciones y de los solistas encargados de encarnar los diferentes arcángeles y Adán y Eva en los diferentes días de la Creación.
Sin desmerecer la actuación de ambos conjuntos y el esfuerzo (físico y mental) que supone ejecutar una obra de similares características, la elección de repertorio puede considerarse arriesgada teniendo en cuenta las características del evento. De un concierto inaugural del FOMS, festival que mantiene su objetivo de acercar la cultura al gran público, se esperaba otro tipo de propuesta más cercana al oído actual.
El repertorio clásico cuenta con obras con mayor capacidad de impresionar y más propias de un concierto de apertura, títulos que, por otra parte, sí se ha conseguido aunar en el resto de la programación del evento soriano. En este sentido, y hablando siempre de repertorio clásico, destacan la llegada de I Musici con 'Las cuatro estaciones' de Vivaldi (viernes 8) y de la Sinfónica de Murcia con el Concierto de Piano nº2 de Chopin y la Sinfonía nº4 de Tchaikovski (jueves 21).