UGT no quiere “depender más de la suerte” para que no haya incendios forestales en Soria
El sindicato continúa pidiendo a la Junta un modelo público para este servicio y el reconocimiento de los trabajadores como bomberos forestales. Además, demanda que sean formados considerando el cambio climático y los nuevos incendios de sexta generación.
Este año los incendios forestales parecen haber pasado de largo por Soria. Según UGT, durante 2023 han sido numerosos los conatos que se han generado por toda la Comunidad, aunque ninguno ha llegado a ir a más. Entre las causas para explicar estos resultados, incluyen un factor determinante: la suerte. Aun así, reoconocen que “este año ha habido más personas en la campaña, más tiempo de campaña y se han preocupado mucho de acelerar y aumentar los días de trabajo con las olas de calor de mayor intensidad”.
“Yo no quiero depender más de la suerte, que está muy bien, pero lo que quiero es tener una muy buena campaña pública antiincendios y que la gente que trabaje ahí, trabaje tanto en una empresa pública como TRAGSA o en la Junta, estén formadas a cargo de la administración en el nuevo tipo de incendios”, destaca Tomás Pérez, secretario general de UGT Servicios Públicos Castilla y León. Además, el sindicato sigue reivindicando que se implemente la figura y el reconocimiento de estos trabajadores como bomberos forestales, con la descripción de su categoría y funciones y que las campañas de incendios duren 12 meses, para que en invierno se cuiden y limpien los montes como es debido.
Según Alberto Lozano, secretario general de UGT Servicios Públicos de la provincia, “Soria no se salva porque haya buena prevención y extinción de la Junta”. “Los montes no están especialmente limpios y en cualquier momento se podría producir un incendio importante”, ha lamentado. Tomás Pérez ha recordado el “desastroso” año 2022 que se vivió en Castilla y León en cuanto a incendios forestales, especialmente el que tuvo lugar en la sierra de la Culebra. Esto, según el representante sindical, provocó “un cambio radical en la Junta de Castilla y León”, pasando “de decir que tener un sistema público era absolutamente inviable a ver viable el sistema público y empezar a apostar para mantenerlo”. El sistema continúa siendo mixto, aunque “a través del diálogo social conseguimos mejorar sustancialmente las condiciones laborales y retributivas de los trabajadores de la campaña de incendios”.
En lo que se refiere a la gestión de la Junta, Pérez ha puesto el foco, específicamente, en aquellos “terribles negacionistas” del cambio climático dentro de la Junta de Castilla y León: “Durante muchos años se ha negado y no se ha hecho una campaña didáctica sobre el tema, así que la gente no sabe que el cambio climático afecta a los incendios con los cambios repentinos de viento y otra serie de factores que la Junta, hasta ahora, se negaba a aceptar”. Además, ha asegurado que durante las negociaciones del diálogo colectivo, los representantes de la administración regional “nunca querían poner la palabra cambio climático, ellos decían anomalía climática, tenían miedo de que les reprendiera algún consejero que se dedica más a reprender que a trabajar”.
Nueva legislación
Fernando Luján, vicesecretario de política sindical confederal de UGT, ha lamentado que la nueva ley básica de Agentes y Bomberos forestales, en proyecto en la anterior legislatura, todavía no haya sido aprobada a causa del adelanto electoral. Un documento “necesario para dignificar las condiciones laborales de las personas que se dedican a cuidar del monte y a extinguir los incendios forestales”. Una vez esté conformado el nuevo Gobierno de España, retomarán esta ley para que “por fin vea la luz lo más pronto posible”.