¿Está Castilla y León dispuesta a aumentar la cobertura de los tratamientos de fertilidad?

En Castilla y León mueren más personas de las que nacen. El saldo vegetativo es claramente negativo porque las defunciones se han reducido (volviendo a cifras prepandemia) y los nacimientos continúan cayendo. Esto preocupa en la Junta de Castilla y León y su portavoz, Carlos Fernández Carriedo, ha asegurado esta mañana que el objetivo del equipo de gobierno es continuar la apuesta por las políticas de apoyo a las familias y a la natalidad.

En este sentido, Carriedo ha recordado que Castilla y León mantiene subvenciones directas y servicios como el Bono Concilia, el Cheque Nacimiento y la educación gratuita entre los 1 y los 3 años. Acciones, a las que se añaden "otras ventajas fiscales", que sitúan a la comunidad como la "primera de España en cuanto al apoyo a las familias".

No obstante, hay algo que se ha pasado por alto en el ejecutivo autonómico. Hay familias que desearían contribuir a la mejora de la natalidad en la región pero que, lamentablemente, deben acudir a la ciencia para tener hijos. Cada vez son más los castellanos y leoneses que ponen estas expectativas en manos de expertos en fertilidad y reproducción asistida, por ello las listas de espera en la sanidad pública no dejan de incrementarse, algo que retrasa y frustra a cientos de personas.

A mayores, en Castilla y León se restringe la cobertura pública al primer hijo sano, aunque los informes médicos aconsejen tratamientos si se desea tener más descendencia. Por ello, quizá este es el mejor momento para reconsiderar esta postura y permitir crecer a estas familias.

El portavoz de la Junta no ha descartado que esto pueda suceder, pero no se ha aventura a concretar ningún aspecto. Ha expresado que, aunque "estamos en continuo trabajo para desarrollar posibles futuras acciones, no solo tiene que ver con la voluntad, sino con contar con profesionales y medios que den seguridad y garantías a los pacientes".