La actualización de la RPT, una necesidad largamente comprometida. La quinta planta y el cerro de los Moros deben tener una solución definitiva en los próximos meses. Los próximos dos años serán de obras por las travesías y de estar pendiente de quién pagará los sobrecostes de la depuradora.
Comienza un nuevo curso político en el Ayuntamiento de Soria y comienza, de facto, un nuevo mandato de Carlos Martínez Mínguez que renovó la confianza de los sorianos el pasado 28 de mayo. Esta nueva etapa no será muy diferente a la anterior, pues el PSOE mantiene su mayoría absoluta y cuenta prácticamente con el mismo equipo que los últimos 4 años.
Su proyecto de ciudad seguirá adelante sin sobresaltos, sobre todo si Pedro Sánchez logra mantenerse en la Moncloa y pueden mantener el pulso proyectos como el Centro Nacional de Fotografía o el Centro de Acogida de Refugiados. Continuarán, también, sobre la mesa las pacificaciones y la zona de bajas emisiones del centro, la apuesta por los eventos deportivos y culturales y esos proyectos que parecen no desbloquearse nunca como las traseras de la Audiencia o la Soria-Castejón.
Si habrá cambios en la oposición, donde el Partido Popular ha renovado completamente su equipo con la intención de plantear, por primera vez en mucho tiempo, de verdad una oposición al equipo de gobierno socialista que merezca tal nombre. Por el momento, los populares han tratado de transmitir una imagen de unidad en sus primeras actuaciones como grupo municipal, pero aún tienen mucho camino por andar para lograr generar un verdadero proyecto alternativo para la ciudad o explicar sus posturas a la ciudadanía de una forma menos técnica y más cercana. Vox, con uno de sus dos concejales con dedicación exclusiva al consistorio, será una de las grandes incógnitas.
Pero más allá de los asuntos políticos, son varios los temes que tienen pendientes a los sorianos y que se resolverán en los primeros 12 meses de este nuevo mandato. Toca encontrar una solución definitiva para la quinta planta de Los Pajaritos (que ya se ha destacado como el tema del principio de este curso) y para el Cerro de los Moros (descubriremos si el plazo que se dio el consistorio para resolver antes de los comicios ha provocado que el tema pase a jurisdicción de la Junta o la decisión final aun depende del Ayuntamiento).
Estos dos asuntos, que generan mucho ruido, forman parte de una necesidad imperiosa de la ciudad de renovar su Plan General de Ordenación Urbana. Junto a ello, también es necesario actualizar la Relación de Puestos de Trabajo de la casa. Los socialistas han prometido en repetidas ocasiones que están trabajando en ello, pero los plazos nunca se han cumplido y trabajadores públicos como los funcionarios del consistorio o la Policía Local tienen un enfado considerable y lógico con cómo se gestionan los recursos humanos. La última vez que el equipo de gobierno prometió actualizar la RPT fue en la entrevista que Soria Noticias realizó a Carlos Martínez como candidato a la alcaldía. Su compromiso fue afrontar el tema laboral en el primer año de mandato, veremos.
Veremos también si el plan de atracción de empresas a Valcorba toma forma y si logra algunos resultados reseñables en una ciudad que, ya lo ha dicho el equipo de gobierno en alguna ocasión, apuesta más por las pequeñas empresas y por los autónomos que por grandes fábricas generadoras de puestos de trabajo.
También deberían estar muy pendientes los sorianos de las obras de la nueva depuradora y de si el consistorio es capaz de encontrar la forma, vía los omnipresentes fondos europeos, de evitar que los sobrecostes de este proyecto, que parece estar maldito y ser eterno, a los sorianos.
No afectará a los bolsillos de los vecinos, pero sí a su día a día las obras de las travesías, que cruzan Soria de este a oeste y de norte a sur. Tras una década de batalla política, Soria podrá dar un salto en su aspecto de ciudad y arreglar unas carreteras generales y sus aceras que tenían un aspecto deplorable. Será bueno para Soria a medio plazo, pero será molesto en el corto.
También habrá cosas terminadas en estos primeros meses, fruto del trabajo de la anterior legislatura. Por ejemplo, el nuevo centro cívico y espacio cultural de Santa Clara, que verá la luz en las próximas semanas. También seguirá Soria recuperando patrimonio, uniendo la Muralla restaurada al nuevo Castillo o creando nuevos espacios verdes con el proyecto BRERA.
Hay otro sinfín de asuntos sobre la mesa, algunos que van más allá de los grandes proyectos. Permítame el lector mencionar los dos últimos. El primero, las terrazas. Flexibilizada la normativa por el Covid, el Ayuntamiento ha ido prolongando una situación que en algunos rincones es inasumible. El periodo de gracia debía haber acabado en diciembre del 22, pero con las elecciones a la vuelta de la esquina el asunto no se afrontó. Soria debe encontrar un equilibrio entre la vida de los vecinos (tranquilidad en los barrios, recuperar plazas de aparcamiento y aceras no invadidas por sillas y mesas) y la actividad económica. Además, sería bueno unificar criterios estéticos y quitar algunos de los esperpentos que ahora mismo ocupan nuestras calles.
Y como cuando uno acaba unas vacaciones ya empieza a pensar en las siguientes, terminaré hablando de Navidad. Este año debería tomar forma ese mercado navideño que los sorianos pidieron a los Reyes Magos en los presupuestos participativos. Un buen mercado navideño no solo es sinónimo de ciudad grande y atrae turistas, sino que también levanta el ánimo y las ganas de consumir de los lugareños… Eso sí, esperemos que llegue a tiempo, que este a la altura y que venga acompañado de un encendido de las luces de calidad, como el que se produjo en años previos a la pandemia y no uno atropellado y sorpresivo como el del año pasado.