El Numancia estrena el casillero fuera de casa con una victoria que es un balón de oxígeno

Al Numancia le ha costado tres jornadas estrenar el casillero en su regreso a Segunda RFEF. Los rojillos han firmado su primera victoria de la temporada frente al recién ascendido AD Llerenense, que recibía en casa a un conjunto soriano con problemas encontrar la portería. Pero en este encuentro, Bonilla y Primo han sabido aprovechar sus ocasiones para darle a los de Javi Moreno un más que necesario balón de oxígeno.

El encuentro comenzaba con un Numancia flojo, impreciso y que apenas se acercaba al área rival. El primer susto llegaba en el minuto 2 con un centro de Maikel por banda derecha que se marchaba a pocos centímetros del travesaño. Un aviso que iba a sentar el tono de lo que podía esperarse en los primeros 20 minutos de partido, con los locales llevando la iniciativa, ejerciendo una fuerte presión sobre el área rojilla y materializando las ocasiones más claras del partido.

La imprecisión y la falta de definición pasaba factura a los sorianos y una pérdida en el centro del campo de Diamanka permitía a los pacenses mandar el primer balón a puerta de todo el partido, un disparo centrado desde al frontal del área que detenía Kudakovskiy. Fue entonces cuando el Numancia empezó a despertar y poco después, Lupu y el propio Dimanka protagonizaban la ocasión más clara de los rojillos en lo que llevaban de partido. Aunque el senegalés no lograba rematar, la acción dio ánimos a los sorianos, que comenzaron a acercarse cada vez más al área rival. A quince minutos de consumir el tiempo reglamentario de la primera parte, los de Javi Moreno despertaron y empezaron a equilibrar el partido, aunque los locales seguían generando más peligro.

En el inicio de la segunda mitad, todavía con el marcador a 0, todo parecía seguir igual. Los sorianos encadenaban sustos originados por sus propios errores y pérdidas de balón y necesitaban un giro de mentalidad para darle la vuelta al partido. Y de la imprecisión pasaron a la precisión, porque ese giro llegó en forma de gol olímpico de Bonilla en el minuto 63, que hizo subir al luminoso el primer tanto del encuentro.

Los visitantes no estaban dispuestos a dejar escapar su ventaja, aumentando la intensidad del partido. Tanto era así, que se llegó a formar una pequeña tangana junto al área local que le costó sendas amarillas a Zubiri y Tomé. Esto no bajó el ritmo de los numantinos y poco después, en el 71, Primo marcaba a placer a portería vacía tras un pase de Lupu.

Los cambios dieron una bocanada de aire fresco a los sorianos, que mantuvieron la presión hasta el 90, con un Llerenense muy nervioso en un partido cada vez más de ida y vuelta. El Numancia tenía que tratar de dormir el partido para evitar contras que puedan darle la vuelta al marcador como la semana pasada, pero los sorianos se durmieron demasiado. Los 10 minutos de prolongación hicieron flaco favor a los de Javi Moreno, que no lograban mantener la posesión necesaria para combatir el asedio de los extremeños consumido ya el tiempo reglamentario. Los cambios no detenían el ataque de los locales y el final del partido contó con varios sustos de última hora y con una amarilla para Kudakovskiy por perder tiempo muy aclamada por el Fernando Robina.

Con un último ataque numantino en las botas de Noé Ela terminó un encuentro en el que los pacenses encajaron los dos primeros tantos de la temporada, mientras que el Numancia pudo desbloquear su faceta goleadora para estrenarse en el casillero.