Multiópticas Monreal abre sus puertas con un local reformado y nuevo equipamiento tecnológico
La emblemática óptica de El Collado empieza una nueva etapa en la que podrá incidir en la detección precoz de ciertas anomalías en la vista y el oído. Todo, con un local con un aspecto renovado, "más cómodo y alegre" para mejorar la experiencia del cliente.
Multiópticas Monreal ha abierto hoy las puertas a una nueva etapa. Esta mañana ha tenido lugar la inauguración del establecimiento tras la reforma que ha resultado en "prácticamente una óptica nueva", en palabras de su director-gerente, Ramón Monreal. Porque no solo se ha renovado el espacio comercial, sino que esta emblemática óptica de El Collado cuenta ahora con nuevo instrumental y equipamiento tecnológico, tanto en los gabinetes de optometría como en los audiológicos. Y es que para Monreal, la clave del éxito que ha llevado a este establecimiento a sobrevivir durante más de 80 años ha sido "saber adaptarse a las necesidades de la sociedad soriana en cada momento".
El principal objetivo del cambio era adaptar el local a la nueva imagen corporativa de Multiópticas. Pero aprovechando esta oportunidad, se ha apostado por un espacio más amplio, cómodo y alegre, favoreciendo la independencia del cliente, sin dejar de lado los espacios en los que disfrutar del asesoramiento de los comerciales. En cuanto al equipamiento ténico, Multiópticas Monreal dispone ya de topógrafos corneales, biómetros y retinógrafos que permiten detectar, de forma más precoz y eficaz, distintas anomalías en la vista de los pacientes.
En el caso de las personas mayores, los principales problemas suelen ser el glaucoma y la degeneración macular asociada a la edad, enfermedades que no suelen ser fáciles de percibir por aquel que las sufre, pero que pueden costarle una pérdida de visión del 50%. La problemática que más afecta a los niños es la miopía que, según explica Monreal, "aumenta en sociedades muy civilizadas o en las que los niños trabajan desde muy pequeños con visión de cerca". El ojo vago, otro de los grandes defectos que suelen encontrarse en la visión de los más pequeños, también puede ser detectado gracias a su equipamiento.
El centro auditivo del establecimiento ha sufrido una de las principales y más notables reformas para adaptarlo a esta nueva etapa. "Se ha suprimido la cabina de insonorización, de un metro por un metro, en la que se hacían los exámenes de audición y que producía una cierta sensación de claustrofobia y ahora se ha insonorizado todo el centro del espacio auditivo", detalla Monreal. Así, el profesional puede reprogramar el audífono de forma mucho más eficaz a medida que se van realizando las pruebas y el paciente disfruta de una experiencia mucho más cómoda y natural.
Pero todo este equipo no serviría de nada sin lo más básico de todo, que es que las personas acudan a revisarse la vista y el oído antes de que sea tarde. "Todo el mundo está acostumbrado a medirse la tensión arterial, pero no hay cultura de controlarse la presión intraocular, que es una de las principales causas del glaucoma. Con los retinógrafos podemos hacer una especie de TAC en las capas internas del ojo y detectar si hay problemas", explica. Pero no solo eso. El usuario de lentillas, advierte, podría enfrentarse a problemas de ojo seco y si 'dejamos ir' a nuestro sentido del oído, será muy difícil recuperarlo. "Animo a todos los mayores de 60 años a hacerse una prueba de audición, porque la persona que deja de oír se aísla poco a poco, las celulas de su oído interno se van deteriorano y si no las estimulamos mediante un audífono se acaban atrofiando". Todo, con el sufrimiento que esto genera, tanto para el paciente como para su entorno. Recalca que "hay que derribar el tabú" de llevar audífonos, que cada vez son más discretos e imperceptibles.