La exposición 'El Collado, un paseo comercial a pie de calle. Memoria y recuerdo', se podrá visitar en el Espacio Alameda hasta el 20 de noviembre. A través de documentos gráficos, homenajea a los establecimientos, especialmente a las pastelerías y confiterías, que adornaron esta calle desde mediados del s. XIX. Un "paseo comercial" dirigido a los que lo vivieron, para que recuerden y a los que no, para que conozcan su pasado.
El Collado podría considerarse el gran centro neurálgico de la ciudad de Soria. Un punto de encuentro social, cultural y comercial que durante siglos, llevó el peso de la vida en la ciudad. Sin embargo, la globalización y con ella los cambios de hábito de los consumidores, han terminado vaciando esta calle de una gran parte de sus comercios, arrebatándole la vida que un día tuvo. Y aunque la belleza de su arquitectura sigue maravillando a sorianos y visitantes, es solo la carcasa de lo que un día fue.
Ahora, la exposición 'El Collado, paseo comercial a pie de calle. Memoria y recuerdo' nos acompaña en un recorrido por la historia de los dos últimos siglos en la capital y sin salir de la Dehesa, nos lleva a dar un paseo que a muchos, más bien, les llevará por el camino de la memoria. Una muestra que se podrá visitar hasta el 20 de noviembre en el Espacio Alameda y que devuelve la vida al centro de la capital a través de fotografías, facturas, anuncios y recuerdos de los comercios sorianos. Todos, recopilados y organizados por los coleccionistas Tomás Pérez y María Jesús Arlegui.
Una de las grandes estrellas de la exposición es el mapa que marca un recorrido por El Collado que recoge todas las pastelerías y confiterías que endulzaron esta emblemática calle desde 1840 hasta hoy. Solo las pastelerías, reconoce Pérez, por el "gran volumen de información" que se encontraron al empezar la investigación. De hecho, el catálogo tendrá que limitarse también a ellas. "Nosotros hemos conocido 8, que hubo hasta 1970, pero en 1920 también había 8. Con 4 gatos, mira que éramos dulces", destaca Arlegui. En la actualidad no queda ningún obrador en El Collado.
Aunque lo de "las pastelerías del Collado" no es exactamente así, ya que tal y como indica la exposición, no siempre fue 'El Collado'. Entre 1911 y 1936 esta calle se llamaba 'Canalejas', para luego pasar a ser 'General Mola', nombre que conservó hasta 1979, cuando volvió a ser 'El Collado'.
Pero además, esta experiencia está repleta de elementos y datos curiosos capaces de sacar una sonrisa a cualquiera. Imágenes de la visita de Sorolla a Soria, de las carreras de motos que se organizaban en El Collado, de escaparates "espectaculares" de los años 60, imágenes de la calle nevada que parecen sacadas de una estampa navideña, programas de fiestas de San Juan y San Saturio, latas de mantequilla, envoltorios de distintos establecimientos... Cuenta, incluso, con los antiguos números de la calle, reconstrucciones de Luis Alberto Romero de carteles de establecimientos emblemáticos o incluso, de intrincadas fachadas de madera ya perdidas.
Que ahora podamos disfrutar de esta exposición no es fruto de la casualidad o la suerte. Este matrimonio lleva 40 años coleccionando. "Es la importancia de conservar cosas, la gente no es consciente, pero esto reconstruye una historia", recalca Pérez. Gracias a la investigación que han llevado a cabo, han podido reconstruir momentos como el Día de Los Santos en pastelería Azucena, en el ensanche de El Collado, cuando en este establecimiento vendían buñuelos desde las 5 de la mañana hasta las 10 de la noche. "Horarios eternos", igual que los de los escaparatistas, "que trabajaban en estos maravillosos escaparates cuando cerraban las tiendas".
A pesar del inmenso trabajo que han invertido en traer a la vida esta exposición, la buena acogida de muestras como 'Las edades del río. Del Perejinal a San Saturio', que estos coleccionistas organizaron el año pasado, les anima a continuar. "Lo hacemos para que le guste a la gente, porque nosotros ya lo vemos en casa", explican. Aun así, reconocen que "hemos disfrutado cada minuto" y agradecen la colaboración de los trabajadores del Espacio Alameda y de todos aquellos que han colaborado con la exposición, ya sea con su trabajo, con algún elemento de su colección o compartiendo sus recuerdos para que esta reconstrucción histórica de El Collado sea lo más fidedigna y humana posible.
Durante la inauguración, que se ha celebrado esta misma tarde, han estado presentes reputadas personalidades de la cultura, la fotografía y la historia soriana, pero también han hecho acto de presencia decenas de sorianos que sí pudieron disfrutar así de esta calle y que se han detenido a disfrutar de todas y cada una de las paradas de este recorrido. Muchos dedos se alzaban, recordando anécdotas y otros dedos servían para señalar, como si las fotografías fueran una pizarra, explicando a los más jóvenes cómo era la vida en Soria en aquella época.
Porque esta muestra no es sólo para aquellos que disfrutaron de estos pasteles, pasaron horas mirando sus escaparates o tuvieron la suerte de ver esta calle llena de comercios y vida. También es para los que no pudieron hacerlo. "Hemos hecho un catálogo con mucho sentimiento, hemos querido elaborar una historia bonita del comercio, que a la gente mayor le sirve para recordar y a la gente joven, para conocer su pasado", destaca la coleccionista. La exposición, reconoce Arlegui, "hace ver El Collado de otra manera". Y lo dice por experiencia. Asegura haber conocido un Collado "muy vivo" y por eso, nos pide a todos que "no dejemos que se apague".