La adnamantina comenzó a practicar este deporte hace pocos años. Sin apenas ayudas, su enorme progresión le ha llevado a asentarse entre las mejoras tiradoras del país.
De la noche a la mañana, eso sí, con mucho entrenamiento detrás, Virginia De Miguel se ha convertido en una de las mejores tiradoras al plato del panorama nacional. Hace cuatro años, esta adnamantina se sumergió en este mundo gracias a sus tíos y a sus primos. “Vine un día, empecé a probar, rompí muchos platos y me gustó la sensación. Además, como tenía la opción de practicar a cinco minutos de mi casa, no me lo pensé”, explica.
Sin miedo a nada, la deportista se compró una escopeta y empezó manos a la obra. En primer lugar, se puso en contacto con un entrenador madrileño que “me desgranó cómo funcionaban las competiciones nacionales”, al tiempo que le dio ánimos al considerar que tenía capacidades para triunfar en este universo. Observando vídeos de referentes españoles como Alberto Fernández o Fátima Gálvez, De Miguel no paraba de aprender, centrándose en romper cada vez más platos: “Lo más importante es la concentración. Una vez que sabes disparar, el resto depende de tu capacidad de atención”.
Así, poco a poco fue adentrándose en de un deporte en el que ya participa en tres disciplinas: Foso Olímpico, Trap 5 y Universal. Precisamente, en la segunda de las modalidades, esta vecina de Almazán consiguió en el pasado mes de agosto su mayor logro deportivo, proclamándose campeona del mundo en Valladolid. En su primera experiencia de estas características, De Miguel completó una serie casi perfecta, rompiendo 118 platos de un total de 125.
Gestionando de manera responsable su éxito, Virginia De Miguel se muestra muy orgullosa por, en tan poco tiempo, haber sido capaz de sentarse a competir con las mejores tiradoras de este deporte. En ese sentido, cabe destacar que la adnamantina ocupa el primer puesto del ranking en Trap 5, al tiempo que se sitúa sexta en Foso Olímpico.
En esa última disciplina, quiere dar un paso adelante durante la próxima temporada. Tras obtener un registro de 111 platos en este curso, la joven de Almazán pretende una marca internacional que se sitúa en los 114/115. En caso de alcanzarla, podría dar el salto a competiciones de carácter internacional y luchar por un sueño que parece cada día menos lejano: debutar en unos Juegos Olímpicos. “Aún es complicado porque primero tengo que formar parte de una prueba internacional en la que haya en juego una plaza y ganar. Significaría conseguir la meta de mi vida”, afirma con emoción.
Para acercarse a ese sueño, la tiradora se esfuerza diariamente en el campo de entreno de Almazán. En las semanas en las que no tiene ninguna cita deportiva, acude 3-4 veces, realizando una serie, mientras que cuando se aproxima el torneo aumenta sus sesiones preparatorias, completando de 3 a 5 series cada jornada. Con todo ello, el tener las instalaciones tan cerca de su casa y de su negocio, le facilitan su puesta a punto para llegar en las mejores condiciones a las fechas claves.
El apoyo y comprensión de sus trabajadores en su restaurante de Almazán resulta fundamental. Según indica, “nos coordinamos para que los días que tengo competición nacional, nadie se coja fiesta esa jornada”.
A pesar de ello, Virginia De Miguel necesita más ayudas, en este caso económicas por parte de las administraciones públicas, ya que “este deporte resulta muy caro”. Reconociendo que los fondos que llegan son escasos, esta deportista manifiesta que es difícil avanzar en una practica que todavía es muy minoritaria en España. En una jornada normal de entrenamiento, la tiradora adnamantina puede gastarse hasta 100 euros en platos y cartuchos. Asimismo, tampoco se olvida del coste de unas armas (en su caso cuenta con una perazzi mx 2000 y con una perazzi mx 8) que elevan todavía más la esta práctica deportiva.
Superando todas las dificultades, Virginia, que se ha convertido en un referente dentro de la villa para sus vecinos -muchos de ellos no sabían que tiraba al plato y se sorprendieron al enterarse de que era campeona del mundo-, quiere seguir mejorando en una disciplina de Foso Olímpico que esconde el billete para alcanzar uno de sus deseos, disputar unos Juegos Olímpicos junto a sus ídolos.