El obispo de Soria critica que el Defensor del Pueblo incluya casos de abusos en los que el acusado fue absuelto 

El informe del Defensor del Pueblo sobre abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia Católica registró 3 víctimas de abusos sexuales en Soria en dos localizaciones distintas: el Colegio Rural Agrupado de Arcos de Jalón y el Colegio Salesiano de El Royo. Este mismo informe reportó que la Diócesis soriana comunicó un caso de abuso sexual que fue judicializado y en el que el acusado era un sacerdote.

Esta mañana, en la presentación de la Memoria de la Diócesis, el obispo de Osma-Soria, Abilio Martínez, ha querido aclarar esta información y exponer las quejas que transmitirán al Defensor del Pueblo. Sobre el caso de El Royo, Martínez ha explicado que "no es propio de la Diócesis", al haberse producido en el marco de una Congregación independiente. Sobre el que sí incumbe a la circunscripción de Osma-Soria, el que tuvo lugar en el CRA Arcos de Jalón en 2013, ha aclarado que es el que aparece registrado en el informe como comunicado por la Iglesia y judicializado y que se trata de un caso en el que el supuesto agresor fue exonerado: "Esas 3 víctimas hacen referencia a un caso judicializado y en el que el acusado fue absuelto, con lo cual diríamos que ese caso no debería haberse computado en nuestra Diócesis".

El obispo critica que "se adjudiquen" esas cifras a la Diócesis de Osma-Soria en el informe y Gabriel-Ángel Rodríguez Millán, vicario general de la entidad, lamenta que aunque no se haya incluido el nombre del sacerdote sí se haya "puesto el número en una lista de víctimas". Además, ha asegurado que hay más "datos erróneos" en este documento (que reporta 487 afectados a nivel estatal) y que afectarían, entre otras, a la Diócesis de Zamora. Por tanto, Rodríguez ha demandado más exactitud y ha anunciado que la Diócesis se pondrá en contacto con el Defensor del Pueblo "para que lo corrija".

Y aunque el vicario general ha condenado firmemente estos abusos, ha puesto en valor "a todos los sacerdotes que se levantan por las mañanas a hacer su tarea y no tiene que verse su nombre enfangado por los delitos de otros". "Lo más común es que los sacerdotes sean honestos y cumplan la tarea que los obispos les han encomendado", ha reiterado. "Estamos implementando medidas de prevención y de actuación para estos casos con una oficina y unos protocolos que asumen los sacerdotes y el resto de agentes", ha concluido Rodríguez.