'El Jubilo, de la tradición a la tauromaquia' concluye con ideas para el futuro del festejo

Medinaceli ha vuelto a celebrar este sábado 11 de noviembre el festejo del Toro Jubilo. Previo al festejo, en el Palacio Ducal de la villa ocelitana, ubicado en la propia plaza en la que se realiza el acto, tuvo lugar la conferencia 'El Jubilo, de la tradición a la tauromaquia'. Con Enrique Rubio, ganadero y licenciado en Bellas Artes como moderador, se desarrolló una sesión en la que también intervinieron Javier Tarín, presidente de la Sociedad del toro de cuerda y experto en festejos taurinos populares, François Zumbiehl, antropólogo y escritor y Pablo Lozano, artista plástico y empresario taurino.

"Es un festejo ancestral que lleva más de 2 mil años celebrándose con el indulto del toro, viene de lo más arraigado que tenemos de presencia taurina en la provincia", cuenta Enrique Rubio sobre las conclusiones de la conferencia. "Sobre todo que sea indultado hace que se le cuide con el mayor de los mimos para que no sufra daños, poniéndole toda la capa de barro alrededor del cuerpo y protegiendo las astas del fuego", añade. Considera que "la premisa del festejo es la figura del animal y viene de ese dios toro que se sigue venerando por las distintas culturas ganaderas y la cultura popular".

La charla completó el aforo de la sala y Rubio destaca que eso permitió el intercambio de feedback con los asistentes. "La gente opinó y se manifestó en una defensa de la tradición pero sobre todo, en el respeto al animal y sabiendo que hacer partícipe al animal de este rito implica su manejo", apunta.

Rubio recuerda que la Asociación del Toro Jubilo realizó reformas en los chiqueros para evitar que el animal pudiera sufrir accidentes en su interior y para facilitar el manejo del toro. Cree que "no hay riesgo" de que esta tradición no pueda continuar. "El manejo es difícil y ver un animal tan grande siempre es espectacular", reconoce.

Además, entre el público se encontraba Miguel Reta, ganadero y pastor en los encierros de San Fermín, con el que Rubio pudo evaluar la celebración "de cara a hacer más seguro el festejo para el animal y más vistoso para el público en el futuro, manteniendo la esencia". La mesa, asegura, "puso su granito de arena y se puso a disposición de la Asociación del Toro Jubilo para hacer que el rito que se celebra sea lo más seguro y respetuoso posible para el toro".