Barcones elude pronunciarse sobre la amnistía pero condena las concentraciones no comunicadas de este domingo

Este lunes después de las grandes concentraciones en contra de la amnistía convocadas ayer en todas las capitales de provincia de la comunidad y que, según fuentes del Gobierno, movilizaron a unas 88.000 personas en Castilla y León; toca buscar reacciones a un movimiento político-ciudadano que marcará el devenir de las próximas jornadas. Virginia Barcones, delegada del Gobierno, ha regresado a Soria (en los dos últimos meses sus apariciones se han reducido drásticamente) y ha eludido pronunciarse al respecto.

Ha optado por una postura neutral, "ciñéndose a su papel" como delegada del ejecutivo cuyas funciones son "garantizar los derechos, las libertades y el orden público". En un llamamiento a la calma, ha recordado a los castellanos y leoneses que "en nuestro país existen múltiples mecanismos que garantizan el Estado de derecho".

Barcones, no obstante, ha establecido una diferencia entre los dos tipos de concentraciones que se simultanearon este domingo. Ha mostrado, en primer lugar, "respeto absoluto" por los ciudadanos que expresaron su opinión "dentro del marco normativo" actual. Sin dar nombres, pero en lo que se entiende como un mensaje directo a los líderes de Vox en Castilla y León, la delegada del Gobierno ha asegurado que "hay gente que no está a la altura del cargo que representa". Les acusa de "sembrar crispación y odio" y les pide "respetar el estado de derecho y el deber de comunicación previa" de manifestaciones y concentraciones.

Ha añadido que "señalar a quien piensa diferente es una irresponsabilidad" y ha anunciado que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado investigan los daños que se produjeron en distintas sedes del PSOE de Castilla y León. Ha concluido su intervención con un llamamiento a la "concordia, la convivencia y el respeto".