La quinta columna de Patxi Irigoyen para Soria Noticias
Entramos de lleno, si es que no lo estamos ya, en la etapa en que los aparatos tecnológicos van a estar por encima de los cerebros humanos. Aunque cueste creerlo, y yo estoy en este paquete, las máquinas van a estar por encima del humano, y aunque éste es quien las inventa y quien dirige su programación, éstas desarrollan mucha más actividad, gastan mucho menos tiempo, y sobre todo demuestran una objetividad que los humanos hemos perdido. Ahora: hay que estar preparados porque, según quienes nos dirigen, podemos llegar a límites no sólo insospechados, sino también exageramente fuera de todo.
Y me he puesto a pensar cómo sería la mente humana capaz de generar ideas y proyectos para mejorar. Para ser capaces de entender que hacia donde vamos no tiene ningún viso de que podamos mejorar. Para frenar la desigualdad, para aumentar nuestra solidaridad, que nos encargamos casi a diario de mentar, pero no de cumplir. Cómo es posible que fuéramos suficientemente inteligentes como para que la naturaleza que nos rodea, y que nos ofrece casi todo lo que tenemos, sea cuidada en vez de maltratada; sea respetada en vez de sometida; sea observada en lugar de olvidada.
Pero creo que el planteamiento de inteligencia artificial no se ha pensado para los cargos directivos. O al menos no estamos todavía preparados para ello y por tanto nos los tenemos que comer tal y como se nos presenta. El compromiso y la palabra no existen en el ámbito político. Esto no tiene nada que ver con la inteligencia. Sólo con el señorío, con la cordura y sobre todo con la honradez humana. Y puede ser posible que lo mejoremos con el avance: si es así, vamos con ello. Necesitamos urgentemente quienes dirijan según nos prometieron que querían hacerlo. Nos hace falta gente que no tenga el interés puro del dinero, y a quienes les importe más el interés general y el bienestar público que la “bonna vida” personal.
Este año pienso hablar con Papa Noël. Y le pienso pedir nuevamente un mundo más normal. Una organización de Naciones Unidas que sea capaz de valer para algo, y no para figurar. Una Europa más solícita con los problemas que ha de resolver y que tiene posible muy cerca de hacerlo. Un país que pensara más en el beneficio de estar junto, unido y empujando a la vez que lo que hay. Una comunidad autónoma que supiera aprovechar sus virtudes y explotar sus recursos que estar mirando a ver cómo Madrid nos marca el paso un día si y otro también. Una provincia que pensara más en la práctica que en la teoría. Que fuera capaz de gastar sus recursos con mucha más garantía de solucionar su verdadero problema: la falta de población. Y un municipio, si hablamos del caso de nuestra capital, que vuelva a mirar al centro de la ciudad, al casco viejo, a las zonas más deprimidas de los barrios, y a los servicios más cercanos al ciudadano que han de ser más ágiles y menos burocráticos.
Feliz fin de año para todos. La inteligencia artificial puede felicitar a todos ustedes, pero no será capaz de hacerlo con el mismo sentimiento que desde SORIA NOTICIAS nosotros tenemos.